Efesios 5:21-33
Versículo clave:
“Sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.” Efesios 5:21
“Sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.” Efesios 5:21
La palabra “someter” no es una palabra
que nos guste usar cotidianamente al menos no cuando se trata de
nosotros teniendo que rendir nuestra voluntad o ceder en nuestros deseos
y derechos para darle el lugar a alguien más. Sin embargo Dios nos
enseña en la porción bíblica de nuestra lectura de hoy que la base de la
relación más significativa que llegaremos a tener en nuestra vida al
contraer matrimonio ¡debe estar construida bajo un acto de sumisión
mutua! Cuando aún no estamos casados solemos brincarnos estas porciones
de la Biblia porque pensamos que son “para alguien más” o “para
después”, y cuando ya estamos casados… ¡nos seguimos pasando de largo
para hacer como que no sabíamos lo que ahí nos dice! Lo cierto es que
cada letra, palabra y signo de puntuación que vienen en la Palabra de
Dios nos reflejan su corazón, lo que es importante para Él y lo que
espera de nosotros sus hijos. ¿Qué principios podemos aprender hoy para
llevarlos a toda relación que tengamos y desarrollar así relaciones
correctas y sanas que vayan de acuerdo a la voluntad de Dios?
Una relación no se trata solamente de nosotros sino también… de los otros.
Esta sencilla frase me recuerda al menos dos porciones de la Biblia, la primera es una pregunta capturada en el libro de Amós capítulo 3: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” y la segunda es parte de una enseñanza de Jesús en el capítulo 16 del Evangelio de Lucas que dice lo siguiente: “Y si en lo ajeno no fueron fieles, ¿quién les dará lo que es suyo?“. Para que una relación de amor o amistad funcione primeramente tienen que estar de acuerdo las dos personas, ¿de acuerdo en qué? no solamente en lo que sienten o esperan de la relación sino de acuerdo con los principios que rigen el corazón de la otra persona, es decir, una persona que no tiene espacio en su corazón para tener una relación con Jesús es porque ¡usa todo su tiempo para satisfacerse a sí mismo! Y difícilmente estará listo para entrar en una relación de amor, rendición y compromiso con alguien más, porque alguien que no conoce a Dios de acuerdo a la Biblia no ha conocido el verdadero amor, no conoce el poder del perdón, la libertad de la salvación, la paz que sobrepasa todo entendimiento ni la fortaleza que nos da el Señor para volver a intentarlo cuando fallamos. Alguien que no ha demostrado su fidelidad con su Creador, con sus autoridades, sus padres o con sus amigos ¡no está listo para recibir ninguna responsabilidad a su cargo! Así que antes de entrar en una relación o aún si ya estás en ella pregúntate: ¿cómo está mi relación con Dios y… la de mi amigo o pareja?
Esta sencilla frase me recuerda al menos dos porciones de la Biblia, la primera es una pregunta capturada en el libro de Amós capítulo 3: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” y la segunda es parte de una enseñanza de Jesús en el capítulo 16 del Evangelio de Lucas que dice lo siguiente: “Y si en lo ajeno no fueron fieles, ¿quién les dará lo que es suyo?“. Para que una relación de amor o amistad funcione primeramente tienen que estar de acuerdo las dos personas, ¿de acuerdo en qué? no solamente en lo que sienten o esperan de la relación sino de acuerdo con los principios que rigen el corazón de la otra persona, es decir, una persona que no tiene espacio en su corazón para tener una relación con Jesús es porque ¡usa todo su tiempo para satisfacerse a sí mismo! Y difícilmente estará listo para entrar en una relación de amor, rendición y compromiso con alguien más, porque alguien que no conoce a Dios de acuerdo a la Biblia no ha conocido el verdadero amor, no conoce el poder del perdón, la libertad de la salvación, la paz que sobrepasa todo entendimiento ni la fortaleza que nos da el Señor para volver a intentarlo cuando fallamos. Alguien que no ha demostrado su fidelidad con su Creador, con sus autoridades, sus padres o con sus amigos ¡no está listo para recibir ninguna responsabilidad a su cargo! Así que antes de entrar en una relación o aún si ya estás en ella pregúntate: ¿cómo está mi relación con Dios y… la de mi amigo o pareja?
Una relación de Amor sana
El apóstol Pablo se toma la parte final del capítulo 5 de su carta a los Efesios para señalar algunos puntos importantes dentro de una relación de matrimonio, una relación de amor:
1) Un hombre que se somete a la voluntad de Dios está listo para amar a una mujer y entregarse por ella. O lo que es también, un hombre que no se somete a Dios ¡difícilmente amará a su esposa como lo merece! ¿Cómo estás en el tema de la sumisión a Dios?, ¿qué clase de esposo aspiras a ser o estás siendo ya en este momento? “Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella”.
2) Una mujer que acepta que Dios ha establecido al hombre como cabeza vive confiada y descansada en que el Señor dirigirá a su esposo y por lo tanto a su matrimonio por caminos seguros. “Sométase cada una a su marido como al Señor, 23 porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia”.
3) Un hombre deja a sus padres que en muchas ocasiones representa dejar el lugar donde vive, los recursos para el día con día, un techo y una vida “hecha” para empezar de cero con la mujer que ama, para entregar todas sus fuerzas, energías y su vida misma para amarla, cuidarla y proveer para sus necesidades. ¡Lo mismo que Jesús hizo por nosotros! “El hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”.
El apóstol Pablo se toma la parte final del capítulo 5 de su carta a los Efesios para señalar algunos puntos importantes dentro de una relación de matrimonio, una relación de amor:
1) Un hombre que se somete a la voluntad de Dios está listo para amar a una mujer y entregarse por ella. O lo que es también, un hombre que no se somete a Dios ¡difícilmente amará a su esposa como lo merece! ¿Cómo estás en el tema de la sumisión a Dios?, ¿qué clase de esposo aspiras a ser o estás siendo ya en este momento? “Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella”.
2) Una mujer que acepta que Dios ha establecido al hombre como cabeza vive confiada y descansada en que el Señor dirigirá a su esposo y por lo tanto a su matrimonio por caminos seguros. “Sométase cada una a su marido como al Señor, 23 porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia”.
3) Un hombre deja a sus padres que en muchas ocasiones representa dejar el lugar donde vive, los recursos para el día con día, un techo y una vida “hecha” para empezar de cero con la mujer que ama, para entregar todas sus fuerzas, energías y su vida misma para amarla, cuidarla y proveer para sus necesidades. ¡Lo mismo que Jesús hizo por nosotros! “El hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”.
Conclusiones
“Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido”. ¿Qué nos enseñan estos principios del corazón de Dios? Muchas cosas y a medida que leemos el Espíritu Santo nos señala diferentes principios a cada persona, ¿cuáles te ha mostrado a ti? Al leer esta porción puedo ver a un Dios de orden, que establece líderes a quienes responsabiliza de una dirección pero que deben tener en claro que la base de toda su autoridad debe ser un amor desinteresado y dispuesto a entregarse, de la misma manera que Él se entregó por su iglesia. Veo también el corazón de Dios invitándonos a recordar que la razón por la que debemos amarnos, respetarnos y vivir en orden es porque somos miembros de su cuerpo, es decir, ¡todos somos igual de valiosos delante de Él! Pero tenemos diferentes funciones y responsabilidades. Al entrar en cualquier relación debes saber que si Dios no es el centro de ella fracasará, si los principios que la rigen no honran su verdad, no proveen a tu integridad ni fortalecen tu fe ¡debes tener mucho cuidado! Antes de dejar todo lo que tienes y eres para arriesgarlo por alguien más ¡aprende a arriesgar todo lo que eres y tienes por amor a tu Señor en una relación personal con Él! Porque si esta primera relación la tenemos sana y correcta Él nos dirigirá a relaciones estables y duraderas. Quitemos nuestra mirada de nosotros mismos, amemos como Dios nos ha amado, vivamos en sus principios y en su orden y disfrutemos de toda relación que Él tiene para nosotros.
“Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido”. ¿Qué nos enseñan estos principios del corazón de Dios? Muchas cosas y a medida que leemos el Espíritu Santo nos señala diferentes principios a cada persona, ¿cuáles te ha mostrado a ti? Al leer esta porción puedo ver a un Dios de orden, que establece líderes a quienes responsabiliza de una dirección pero que deben tener en claro que la base de toda su autoridad debe ser un amor desinteresado y dispuesto a entregarse, de la misma manera que Él se entregó por su iglesia. Veo también el corazón de Dios invitándonos a recordar que la razón por la que debemos amarnos, respetarnos y vivir en orden es porque somos miembros de su cuerpo, es decir, ¡todos somos igual de valiosos delante de Él! Pero tenemos diferentes funciones y responsabilidades. Al entrar en cualquier relación debes saber que si Dios no es el centro de ella fracasará, si los principios que la rigen no honran su verdad, no proveen a tu integridad ni fortalecen tu fe ¡debes tener mucho cuidado! Antes de dejar todo lo que tienes y eres para arriesgarlo por alguien más ¡aprende a arriesgar todo lo que eres y tienes por amor a tu Señor en una relación personal con Él! Porque si esta primera relación la tenemos sana y correcta Él nos dirigirá a relaciones estables y duraderas. Quitemos nuestra mirada de nosotros mismos, amemos como Dios nos ha amado, vivamos en sus principios y en su orden y disfrutemos de toda relación que Él tiene para nosotros.
Ideas para tu Oración de Hoy
1. Dale gracias a Dios por las relaciones de las que te permite ser parte en esta etapa de tu vida, ¿qué tanto de Dios ves en ellas? Pídele que te muestre si alguna relación te está dañando, alejando de Él o está fuera de su voluntad.
2. Si ya estás en una relación de matrimonio, ¿qué tanto se parece tu actitud a la que enseña la Biblia en nuestra lectura de hoy? Podrás o no estar de acuerdo con que el rol del hombre y de la mujer que Dios ha establecido pero lo cierto es que si estás viviendo fuera de ese orden ¡vas en camino de fracasar! Pídele al Señor ayuda, valor y dirección para llevar tu relación por el rumbo que Él ha establecido.
1. Dale gracias a Dios por las relaciones de las que te permite ser parte en esta etapa de tu vida, ¿qué tanto de Dios ves en ellas? Pídele que te muestre si alguna relación te está dañando, alejando de Él o está fuera de su voluntad.
2. Si ya estás en una relación de matrimonio, ¿qué tanto se parece tu actitud a la que enseña la Biblia en nuestra lectura de hoy? Podrás o no estar de acuerdo con que el rol del hombre y de la mujer que Dios ha establecido pero lo cierto es que si estás viviendo fuera de ese orden ¡vas en camino de fracasar! Pídele al Señor ayuda, valor y dirección para llevar tu relación por el rumbo que Él ha establecido.
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