miércoles, 18 de octubre de 2017

"ROMPIENDO MALDICIONES EN TU VIDA Y TU FAMILIA".

Juan 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, 
seréis verdaderamente libres.
 
Jesús no sólo tiene el poder para salvarnos y  sanarnos, sino también para romper nuestro yugo de maldición.
¿Qué es una maldición?

La palabra maldición está compuesta por dos frases “mal” “decir” o sea hablar mal de alguien, decir mal de una persona o cosa, la acción es maledicencia lo cual es la acción de hablar o decir algo malo de alguna persona.

Entonces podemos decir que maldición es una fuerza demoníaca puesta sobre una persona, familia, territorio, nación, etc. a través de palabras o por voluntad y acción de alguien.
Deuteronomio 30:19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 

Juan 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 
Dios nos da la oportunidad de elegir, no nos obliga a nada, pero nos advierte de las consecuencias que vamos a obtener si elegimos la maldición.
Debemos tener bien en claro que si elegimos la bendición (vivir para Dios, obedecerle y seguirle) o la maldición (dar la espalda a Dios) siempre  vamos a afectar a nuestra descendencia.
!Qué hoy podamos ser sabias en su presencia y elegir el camino correcto para así dejar huellas de bendición para nuestra familia, aquello  qué están y aquellos qué vendrán con el paso de los años!!
Maldiciones en la Biblia:
Debemos tener en claro que la maldición es fruto de desobediencia y rebeldía hacia Dios.
1-Adán y Eva pecaron desobedeciendo a Dios. (Génesis 3)
2-Adorar a dioses ajenos (Éxodo 20: 3-6)
Éxodo 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque Yo Soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
20:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano.
Debemos analizarnos si hemos violado estos mandamientos y/o hemos  dejamos entrar la idolatría a nuestras vidas.
3- María habló mal de su hermano Moisés siervo de Dios y le vino lepra. Criticaron al hombre de Dios.

Números 12:1 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.

Debemos ser cuidadosos en nuestra manera de hablar y de juzgar, no sea cosa que nos venga alguna lepra espiritual.
Maldiciones en el Continente Americano:
América se caracteriza por violencia, muerte, pobreza, violaciones, etc.
Cuando Colón llega a este Continente lo hace con una tripulación llena de los peores presos que los Reyes de España le había dado.
Fueron nuestra primer herencia. Ellos llegan y matan a los aborígenes, usurpan sus tierras, violan a sus mujeres de ahí nacen los criollos.
Los jesuitas que llegaron para evangelizar, introducen prácticas espiritistas, construían altares y sacrificaban a los aborígenes a los demonios.
A través del descubrimiento de América entra la maldición de robo de identidad, violación, ocultismo, idolatría, esclavitud, etc. esto afectó a naciones y territorios y por supuesto recayó sobre cada persona.
¿Cómo opera la maldición en nuestra vida personal?
1-Afecta nuestra vida personal
2-Afecta nuestro matrimonio
3-Afecta nuestra familia
4-Afecta varios niveles de nuestra vida.
Niveles: emocionales, mentales, financieros, físicos, etc.

¿Puede un creyente estar bajo maldición?
Legalmente NO, por nuestra posición en Cristo somos nuevas criaturas.
Pero en experiencia por situaciones vividas, vemos que sí, porque lo vemos en su condición.
Satanás no tiene ningún derecho legal para ejercer maldición contra un creyente nacido de nuevo.

Colosenses 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, perdonándoos todos los pecados,
2:14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
2:15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Debemos no ignorar estos temas, tomar autoridad en Jesús y romper en Él toda herencia de maldición.

Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.

La falta de conocimiento activa el derecho legal del enemigo sobre nuestras vidas.
Tenemos  qué saber quién es Jesús, qué hizo por mí, qué beneficios tengo como su hija y quién soy en Él.
Dios nos permite tomar nuestras propias decisiones, nos dio libre albedrío.

Deuteronomio 11:26 He aquí Yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición:
11:27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 

Ej: Entregué mi vida a Jesús pero no puedo dejar de adorar imágenes, o  entregué mi vida a Jesús pero no quiero perdonar a mi esposo.

Con actitudes así se están abriendo puertas de maldición, porque la Palabra de Dios nos habla bien claro que debemos perdonar, que no debemos adorar imágenes y que tenemos que poner a Dios en primer lugar.

Efesios 4:27 No deis lugar al diablo.

Hay que tener en claro que no todo lo que te pasa es producto de maldición. Sino que me  estoy refiriendo a conductas y/o sucesos que acontecen en nuestras vidas y familias repetidamente.
Porque no podemos caer en la psicosis de:
Ej: ¿Te duele la cabeza? Entonces estás bajo maldición.

Otras causas que abren la puerta a la maldición
1- Maldecir a los padres (Deut. 27:16)
2- Inmoralidad sexual (Deut. 27:20-23) (incesto, adulterio, fornicación, pornografiá, etc.)
3- Cuando hay violencia o abuso se activan las maldiciones. Puede ser que el agresor fue maltratado o violado y está bajo esa maldición y no puede controlar su conducta.
4- Suicidios (varios casos en la familia)
5- Ciertas enfermedades.
Ej: mi abuela murió de cáncer, mi mamá murió de cáncer, mi tía también y seguro que yo también.
6- Depresión, hay familias enteras que están envueltos en depresión.
7- Pobreza, bancarrota.
8- Divorcios en todas las generaciones de una familia.
9- Drogadicción, vicios, actitudes compulsivas, etc.
10- Adopción: es importante bendecir a esa criatura y tomar autoridad cortando toda maldición que pueda traer de su familia progenitora.
11- Palabras que maldicen y atan a la persona:
Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, 
Ej: Sos un inútil igual que tu papá.
Nunca vas a progresar en tu vida, vos no servís.
Me voy a morir joven como todos en mi familia.
12- Cuando alguien se involucra en adivinación (Hechos 16:16), tarot, horóscopo (Isaías 47:13-14), tabla ouija, yoga, espiritismo, péndulo, amuleto, lectura de las manos, de la borra de café, nueva era,  etc.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de las maldiciones?
Tormentos nocturnos, pesadillas, depresión continua, alcoholismo generacional, pensamientos suicidas, algunas enfermedades, frecuentes accidentes, opresión, locura, etc.
¿Cómo romper las maldiciones en tu vida, tu familia u otras personas?
1- Recibir a Jesús como tu salvador personal.
2- Si sos una persona que has maldecido conscientemente, debés arrepentirme y desatar bendición sobre esa vida o situación que ataste.
3- Identificar la maldición, ya sea generacional, por propia voluntad, arrepentirte, renunciar a eso y entregárselo en las manos de Dios en el nombre de Jesús.

EJ:
Señor te pido perdón y me arrepiento en el nombre de Jesús por haber hecho cosas fuera de tu voluntad, me arrepiento y renuncio en Cristo Jesús a declarar miseria, a hablar negativo de manera constante sobre mi vida y mis hijos.
Me arrepiento y renuncio ahora en Cristo Jesús y cubro mi vida y la de mi familia con la sangre de Cristo.
1 de Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Debés recibir a Jesús, pedirle perdón, arrepentirte, cerrar toda puerta de maldición y tener un cambio de conducta.
Si te arrepentís de corazón, Jesús es fiel y justo y te perdona y te limpia de toda maldad, hay esperanza en Él, hay libertad para tu vida y tu hogar.
San Mateo 12:43 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
12:44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
12:45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.
Al recibir a Jesús en nuestro corazón, nuestra casa interior queda limpia. El tema es de qué la estamos llenando; si de bendición, de buscar de Dios, de tener una vida en santidad, en perdón, basada en la Palabra. O tal vez has abierto otra vez las puertas por medio de la desobediencia y has dejado al diablo entrar con sus maldiciones.

No se puede estar jugando, hay que comprometerse con Dios, hay que vivir por Él y para Él, teniendo una vida de fe, basada en la Palabra, en el sacrificio de Cristo, llenos del Espíritu Santo, caminando en santidad y obediencia.
No se puede ser como las ondas del mar que van de un lado a otro, no se puede ser tibios, no se puede ser una persona de doble ánimo; por el contrario hay que ser valientes en Cristo Jesús y tomar nuestra bendición, porque ella afectará a nuestra vida y nuestra descendencia.

Te invito a levantar tus brazos al cielo, como símbolo de rendirte ante la majestad de Dios y por favor decile con todo tu corazón estas palabras.

Amado Dios te pido perdón en el nombre de Jesús por cada uno de mis pecados, me arrepiento ahora mismo de todos ellos y le doy mi vida a Jesucristo como mi salvador y mi sanador.
Espíritu Santo te pido que me llenes de tu presencia y saques a la luz todo lo oculto que pueda haber en mi vida y mi familia, por favor Señor si hay alguna maldición generacional que viene de mis antepasados te pido que me hables y me lo muestres para que yo en este día pueda renunciarlo en Cristo Jesús y ser libre por el poder de tu nombre.
Padre amado y verdadero, he aquí mi vida y mi familia, por favor que tu presencia vaya con nosotros, que tu paz, tu amor, tu salud, tu restauración, tu cuidado, tu liberación y tu fortalezca sea derramado en mi hogar y en todo mi ser.
Te amo y te necesito, amén.

 

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