Perspectivas del Espíritu (parte 3)

Dios, nuestro Padre, está despertando a nuestros espíritus y a los lugares muertos que hay en nosotros; pero n son sólo nuestras vidas las que están despertando. Nosotros hemos sido llamados para despertar a los espíritus adormecidos de otros. Habrá un precio que pagar por despertar a os lugares inertes y encadenados de nuestros espíritus y sobrellevar las cargas y encadenados de nuestros espíritus y sobrellevar las cargas y llamar a la vida lo que está muerto en otros. La multitud que se reunió en la tumba de Lázaro estaba muy consiente de eso, como Marta dijo, ¨¡Él ya huele mal!¨ La piedra tenía que ser removida los amados hermanos reunidos tenían que quitar las ropas del muerto. Tal vez no captas esa descripción: un cuerpo sin embalsamar, había estado en el calor del Medio Oriente por cuatro días, envuelto en tiras de lino. Sí, era un asunto sucio y maloliente. Sí, va haber dolor para nosotros mientras ministramos a otros que habremos de recibir, pero va a ser un dolor redentivo semente a los dolores de parto.

Estas bendiciones están diseñadas en dos direcciones. Las Bendiciones del Padre están diseñadas para que el espíritu de la persona se sintonice con el corazón del Padre por un periodo de 40 días. Esas bendiciones tratan sobre la identidad, legitimidad y primogenitura, y resultan en gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, nobleza y dominio propio. Todas estas son necesarias para vivir desde un espíritu dador de vida en fe, esperanza y amor. Las bendiciones enfocadas en los Nombres de Dios, tienen como propósito establecer al espíritu en las realidades eternas de magnificencia, autoridad y dominio de nuestro Dios, en Quien vivimos, nos movemos y somos.