Así que así fuimos concebidas las mujeres. Como un ser especial que podía ayudar, colaborar, compartir, soportar y ser por tanto fuerte, valiente, guerrera, capaz, inteligente. Por eso hoy en el día de la mujer, celebramos que somos hechura de Dios con un propósito y que fuimos diseñadas de forma especial y planificadas para ser de una manera. Por eso, como mujer te invito a dar infinitas gracias a Dios por crearnos y hacernos a su imagen y semejanza para ser ayuda y apoyo, para ser cómplices y compañeras, para ser amigas y guerreras.
Él nos escogió y nos formó de una manera especial
no para competir, sino para compartir, para sostenernos mutuamente
hombro con hombro junto al hombre. Es tiempo de vernos como equipo y no
rivales, es tiempo de vernos como lo que somos. Amigas y no enemigas. Es
tiempo de recordar y demostrar lo que somos y para qué estamos aquí.
Oremos por las mujeres del mundo. Por las mujeres
maltratadas, perseguidas, acusadas, atormentadas y esclavizadas. Oremos
por las mujeres que trabajan forzosamente y sin apenas
retribución, para sacar adelante a sus familias. Oremos por las mujeres
que no reciben cariño ni respeto. Oremos por las niñas que serán las
mujeres del mañana para que Dios bendiga sus vidas y les de el carácter
que necesitan para enfrentar la vida. Oremos por los hombres para que
den el valor a cada mujer como Dios desea que sean tratadas, como vaso
más frágil.
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