jueves, 17 de enero de 2019

El Dominio del Reino de Dios






Daniel 7
 “El reino del Altísimo permanecerá para siempre y todos los gobernantes le servirán y obedecerán.” Daniel 7:27b



Me gustan las películas que tratan de grandes batallas en tiempos antiguos. Me recuerdan pasajes de la Biblia en las que el ejército de los israelitas salía a hacer guerra o a defenderse contra ejércitos enemigos. En más de una ocasión estos ejércitos eran más numerosos y poderosos pero cada vez que los hijos de Dios le obedecieron y creyeron obtuvieron épicas y sobrenaturales victorias. En estas películas suele haber un ejército que tras vencer a su enemigo conquista sus tierras y posesiones para extender su dominio y su reino. Durante la oración conocida popularmente como el “Padre Nuestro” con la que Jesús le enseñó a sus discípulos a orar se menciona la siguiente frase: “Que tu reino venga pronto” o “venga tu reino” (Mateo 6:10 NTV y RVR1960). ¿Qué era lo que Jesús nos estaba invitando a pedirle a nuestro Padre Celestial al orar cada día? Que el Reino Celestial viniera sobre nosotros, que venciera a nuestros pecados que nos tenían cautivos y conquistara cada área de nuestro ser con su amor y su poder. La Biblia enseña en el primer capítulo de la carta a los Colosenses  versículo 13 que nuestro Señor “nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado quien compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados”. Solamente hay dos posibilidades, dos reinos que pueden dominar tu vida, ¿vives bajo el control del pecado o bajo el amor y libertad de Jesucristo?, ¿cuál de los dos reinos está “viniendo” sobre tu vida y ganando terreno en tu corazón?

El reino del Altísimo
“Yo, Daniel, quedé muy angustiado por todo lo que había visto, y las visiones me aterrorizaron”. El capítulo 7 del libro de Daniel que hemos estado estudiando para conocer el corazón de Dios relata una visión sobrenatural que tuvo el profeta y que tiene simbolismos y significados que requerirían un par de libros para explicarse a detalle y aún al final encontraríamos porciones de este sueño de las que no estaríamos completamente seguros de su correcta interpretación. ¿Por qué puso estos pasajes Dios en la Biblia? Siendo Él inmensamente más sabio que nosotros decidió compartir parte de su conocimiento con nosotros para que supiéramos que hay un mundo espiritual más real de lo que a veces entendemos y para que nos quedara claro también que por encima de todo espíritu, gobierno y poder siempre está Él pues nada se sale de su control ni está fuera de su dominio. La vida cristiana es un proceso gradual a través del cual se nos revela más del corazón y la sabiduría de Dios conforme más pasamos tiempo con Él. Pasajes como este más que asustarnos o confundirnos deberían retarnos a seguir en nuestro caminar de fe para un día llegar a entender las profundidades de su conocimiento y sus planes que tiene para el futuro. El mismo Daniel que ya había pasado por experiencias sobrenaturales con el poder de Dios confesó al terminar su sueño que estaba ¡angustiado y aterrorizado por las visiones! Pero de esta lectura de hoy así como de cada porción de la Palabra siempre podemos descubrir un poco del corazón de nuestro Señor detrás de cada letra y tilde. En el pasaje de hoy encontramos la evidencia de la existencia de un reino espiritual maligno en el cual se mueven poderes espirituales que quieren dominarnos y alejarnos de nuestro Salvador, pero también está la evidencia de que “se dará al pueblo santo del Altísimo la soberanía, el poder y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo. El reino del Altísimo permanecerá para siempre y todos los gobernantes le servirán y obedecerán”.

Sólo con Dios lograremos la victoria
“Hacía guerra contra el pueblo santo de Dios y lo vencía, hasta que vino el Anciano – el Altísimo- y emitió un juicio en favor de su pueblo santo. Entonces llegó el tiempo para que los santos tomaran posesión del reino”. La vida cristiana inicia cuando en tu corazón crees que Dios existe y como resultado de esta creencia haces una oración con la cual le pides a Jesús que venga a vivir a tu corazón, tome el control de tu vida, sea tu Salvador y te llene de su Espíritu Santo para vencer todo pecado y vivir así como le agrada. Hasta antes de ese momento podías creer que existía un Dios en algún lado pero al no entregarle el control de tu vida ni vivir para agradarle tu vida era dirigida y controlada por algo o alguien más. La mayoría de las personas se acercan al Señor cuando ya intentaron todo lo que se les ocurrió y nada los pudo hacer libres de sus malos hábitos o adicciones, nada pudo sanar las heridas de su corazón ni lavar las vergüenzas de sus malas decisiones o experiencias del pasado, cuando ya todo parece perdido y se acaba la esperanza. Esta condición es exactamente a lo que el capítulo 6 de la carta a los Romanos se refiere cuando menciona que: “la paga que deja el pecado es la muerte”, pero ¡ahí no termina el mensaje! Sigue diciendo que: “el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús”,  ese mismo Jesús que leímos en el primer capítulo de Colosenses que compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados, el hijo del Dios Altísimo quien cuando está presente hace posible que los santos tomen posesión del reino de las tinieblas para recuperar lo que el enemigo les robó y para vivir libres de todo pecado, atadura y herida del pasado. ¡Escoge hoy vivir bajo el reino de Jesucristo!

 “Son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa”.  (1ª Pedro 2:9) Todo poder, reino y gobierno humano o espiritual están bajo el dominio y control de nuestro Creador y Rey del Universo, ¡nadie se puede oponer a su voluntad! Nuestro Dios no es intimidado por nadie, no pierde batallas, ni se olvida de nosotros. Él nos está llamando a salir de nuestro pecado, a cerrar toda puerta en nuestra mente y corazón que le hemos abierto al pecado y al reino de la maldad, quiere que entremos en la luz de su Palabra, que vivamos en sus mandamientos, que seamos libres de nuestros pecados y disfrutemos la paz que únicamente encontramos en una relación personal y correcta con Jesucristo su hijo. ¿Qué reino estás permitiendo que domine tu cuerpo, tus sueños, tu corazón y aún tus finanzas y decisiones personales? La única alternativa ante una vida de esclavitud del pecado es exponernos cada día a la verdad de la Biblia y pasar tiempo de rodillas pidiéndole a nuestro Señor que nos dé la fe, el coraje y el valor para vivir en santidad agradándolo en todo lo que hacemos. Somos posesión exclusiva de Dios, ¡vivamos como tal! Que todo lo que somos y tenemos le pertenezca únicamente a nuestro Salvador, que sea su luz la que avanza día a día en nuestro corazón y las tinieblas las que ceden y se rinden ante el avance del reino de nuestro Señor en nuestras vidas.

 1. Si el Espíritu Santo te ha mostrado áreas de tu vida que no están siendo gobernadas por el reino de la santidad y la libertad de Jesús ponte a cuentas con Dios, pídele perdón por dejar entrar el pecado en tu vida y ciérrale la puerta. Haz planes para cortar con toda fuente de pecado que alimenta las tentaciones que te han estado venciendo y haz planes también para pasar tiempo llenándote con la verdad de la Palabra, ¡ahí encontrarás el poder para vivir en el Reino de Dios!

miércoles, 16 de enero de 2019

El propósito de las Pruebas





Daniel 12 

“Mediante estas pruebas, muchos serán purificados, limpiados y refinados. Sin embargo, los perversos seguirán en su perversidad y ninguno de ellos entenderá. Solo los sabios comprenderán lo que significa.” Daniel 12:10



A la mayoría de nosotros no nos gusta pasar por pruebas, difícilmente alguien escogería voluntariamente ser sometido a un alto nivel de presión emocional o espiritual que lo hiciera salirse de su estabilidad, paz y afectara su temperamento. Sin embargo las pruebas y adversidades nos llegan a todos por igual, a algunos pareciera que más frecuente que a otros o con mayor o menor intensidad de las que nos suceden a nosotros pero lo cierto es que todos seremos probados en nuestro corazón, nuestra mente, nuestro espíritu y aún más importante en nuestra fe. Jesucristo lo dijo así en el capítulo 16 del Evangelio de Juan: “Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo“; es decir, mientras vivamos aquí en la tierra ¡tristezas y pruebas vendrán a nuestra vida! Por lo que nuestra única esperanza es poner nuestra confianza en nuestro Señor para recuperar nuestro ánimo y fuerzas y seguir adelante.

Los principales beneficiados somos nosotros
 
“Mediante estas pruebas, muchos serán purificados, limpiados y refinados”. En el último capítulo del libro del profeta Daniel lo encontramos en la última de sus visiones que quedaron registradas en la Biblia, en ella ve y escucha varios ángeles que le hablan de lo que Dios haría varios años más adelante, el futuro no era muy prometedor y sin embargo uno de los hombres vestidos de blanco con quienes platicaba Daniel le hizo ver que había un propósito detrás de las pruebas y aflicciones que estaban pasando los hijos de Dios y que aún pasarían un poco de tiempo más: Ser purificados, limpiados y refinados. Esta porción de la Biblia hace eco con lo mencionado en Deuteronomio 8: “Recuerda cómo el Señor tu Dios te guió por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos.” Las pruebas tienen el propósito de sacar a la luz lo que hay dentro de nuestro corazón, ¿es que acaso Dios no lo sabe? ¡Claro que lo sabe! Pero quienes no siempre lo sabemos somos nosotros, una prueba te enseña qué tan comprometido estás con el Señor, cuánto de tu corazón necesita ser purificado o transformado, la presión saca las impurezas más ocultas de nuestro corazón y las expone para que podamos lidiar con ellas y erradicarlas de nuestra vida por completo para que no nos sigan dañando más. El Señor quiere revelarte qué de tu carácter aún no ha sido transformado por su amor y su verdad y cuáles de sus mandamientos consciente o inconscientemente no has estado obedeciendo y por lo tanto están afectando tu salud espiritual y tu relación con Él. Saber esto ¡no hace más sencilla las pruebas! Pero nos da la esperanza de que Dios está trabajando en nosotros y de que tan pronto aprendamos lo que Él quiere terminarán.

¿Cómo reaccionamos ante las pruebas?
 
“Sin embargo, los perversos seguirán en su perversidad y ninguno de ellos entenderá. Solo los sabios comprenderán lo que significa”. El adjetivo “perverso” solemos asociarlo solamente con personas muy malas, para quienes han cometido un crimen o un delito que ha causado mucho daño. La Real Academia Española define perverso como a alguien sumamente malo pero también como a alguien que corrompe las costumbres o el orden habitual de las cosas. Si aplicamos esta definición a nuestro versículo resaltado al inicio de este párrafo los perversos son aquellos que por su maldad han corrompido su manera de caminar, de comportarse y aún, si es que alguna vez la tuvieron, han corrompido también su fe. El ángel le está diciendo a Daniel que ante las pruebas hay dos posibles reacciones: mantenernos con nuestra vida de pecado desordenada o comprender que es Dios quien está llamando nuestra atención a nuestras áreas de pecado para que nos arrepintamos, enfrentemos nuestras consecuencias y seamos así purificados y limpiados, ¿con qué propósito? Con el de restaurar y volver a nuestra relación personal y de fe con Él. ¿Cómo reaccionas ante las pruebas?, ¿aceptas el consejo, instrucción o hasta regaño de quienes te hacen ver tus malas decisiones?, ¿hay pecado en tu vida que podría clasificarse como una perversidad pues aún sabiendo que es algo que desagrada a Dios has escogido seguir viviendo desordenadamente y en contra de su voluntad? Escucha el llamado que tu Salvador te hace hoy: “Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—.  Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana. Si tan solo me obedecen, tendrán comida en abundancia“.

 Las últimas palabras registradas en la Biblia son parte del mensaje de uno de los ángeles a Daniel: “En cuanto a ti, sigue tu camino hasta el final. Descansarás y, entonces, al final de los días, te levantarás para recibir la herencia que ha sido guardada para ti“. Inevitablemente vendrán pruebas a nuestras vidas, muchas veces sin esperarlas ni mucho menos escogerlas; más de una vez sacudirán el suelo bajo nuestros pies y harán tambalear nuestra fe, ¡tomemos decisiones de fortalecer nuestra fe y nuestra relación con Dios el día de hoy para que ante las pruebas no nos vengamos abajo! Hagamos nuestro el consejo del ángel a Daniel: sigamos nuestro camino hasta el final, perseveremos, mantengamos nuestra vida de rectitud y santidad firme a pesar de los vientos de adversidad que soplan contra nosotros, sujetémonos fuerte del Señor, pidámosle mayor fe, esta prueba terminará, ¡no te rindas! Y al final de los días, te levantarás para recibir la herencia que ha sido guardada para ti. “¡Benditos sean los que esperen y permanezcan hasta el fin!“. Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! (Hebreos 10:35)

 Dale gracias a Dios por no permitirte vivir cómodamente en pecado o lejos de alcanzar todo lo que tiene para ti y usar las pruebas para despertarte y acercarte más a Él.

Pídele a Dios que aumente tu fe para permanecer firme en tu compromiso y entrega con Él.

Pídele perdón a Dios y ponte a cuentas con Él si has mantenido un área de tu vida bajo el control del pecado, ¡toma una decisión de una buena vez de entregarte por completo al Señor!

lunes, 14 de enero de 2019

¡No escondas tu fe!

Mateo 5:14-16
 “Dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.” Mateo 5:16

 En tiempos antiguos establecer una ciudad en una parte alta de un cerro le permitía a la gente entre otras cosas divisar a lo lejos si venía algún ejército enemigo contra ellos para poder prepararse con tiempo ante una posible batalla. En nuestra breve lectura bíblica de hoy nos hemos detenido en una porción del Sermón del Monte, el primer discurso público de Jesús y tras iniciar con una serie de declaraciones individuales conocidas como las bienaventuranzas ahora se está dirigiendo a toda la gente que lo escucha y que tiene fe en Él para decirles: Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. ¡Hemos sido llamados a ser el ejemplo que alumbre con nuestro estilo de vida la oscuridad en la que vive la gente! Somos como una ciudad en alto de una colina que todos pueden ver, ¡no escondas tu fe! Dios te ha puesto donde estás para que seas la luz que le permita a la gente ver su condición y tomar la decisión de si le entregará o no a Jesucristo el control de su vida.

Deja que los demás vean lo que Dios ha hecho en ti
 
Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta…“. En los tiempos de Jesús no existía la electricidad, no había interruptores, focos ni linternas de modo que cuando caía la noche solían encender lámparas de aceite para iluminar una habitación, cuando alguien encendía estas lámparas ¡no era para ponerlas bajo una canasta! Al contrario se ponía en un candelero en alto para que todos pudieran ver lo que estaban haciendo. Algunos hemos malentendido el mensaje y hemos creído que para que la gente pueda ver debemos “golpearlos” con la lámpara para que reaccionen, ¡pero esto no es lo que dijo Jesús! La vida de un verdadero cristiano que ama al Señor y vive de manera íntegra ¡brilla por sí sola! Hace muchos años escuché a un pastor mencionar la siguiente frase: Refleja a Jesús en todo momento y todo lugar y cuando sea necesario usa las palabras. Es decir, ¡vive de manera ejemplar! Escoge siempre el camino de la honestidad y la rectitud, sé el primero en perdonar y el último en rendirte ante la adversidad, en medio de las pruebas afírmate en tu fe en el Señor para que otros sean atraídos por tu paz y estabilidad y quieran “lo que tú tienes” que te hace diferente. El apóstol Pablo menciona en el capítulo 3 de su carta a los filipenses lo siguiente: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús“. La palabra “asir” no es muy común en el vocabulario que escucho cada día pero significa: tomar o sujetar algo con la mano (www.rae.es). Hemos sido asidos por Jesucristo con el propósito de asir a otros. Hemos sido iluminados por su amor y salvación para llevar su luz a toda habitación obscura y sanar la ceguera en el corazón y la mente de las personas. ¡No escondas tu luz bajo el temor del qué dirán o la presión social!

La luz revela lo que la obscuridad oculta
 
…en cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa“. La luz no solamente nos ilumina para ver por donde vamos caminando también revela nuestra condición. Cuando estamos en un lugar obscuro y de pronto somos alumbrados quedamos expuestos de modo que otros pueden ver si estamos sucios o desarreglados, es posible percibir en nuestro rostro nuestro estado de ánimo y si estábamos haciendo algo que otros no sabían pues no nos podían ver queda ahora descubierto. ¡No a todos les gusta ser expuestos a la luz! Y en gran medida eso sucede con muchas personas que no quieren acercarse a Dios pues saben que al hacerlo quedarán expuestas muchas decisiones incorrectas que toman, saben que ante la confrontación de la rectitud y la verdad de la Biblia tendrán que decidir cortar con su estilo de vida que no agrada a Dios o bien ignorar públicamente la fe que ya ignoran en privado. La luz de Jesús llega a ser incómoda para quienes quieren seguir viviendo bajo las sombras del pecado de la sociedad, ¡no es de sorprenderse que tanta gente rechace al Señor y a su Palabra! Incluso hay personas que han hecho su rechazo a la luz más sutil, los puedes ver cargando una lámpara de aceite bajo el brazo que nunca encienden, te hablan de dónde la compraron lo mucho que les gusta y lo útil que ha de ser, ¡pero no la utilizan! Por más que digamos que somos cristianos y que creemos en Dios si vivimos ignorándolo a Él y a su Palabra no somos más que una lámpara a la que le sacamos brillo de vez en cuando pero que nunca hemos experimentado el calor del Señor ni su llama viva moviéndose dentro de nosotros.

Conclusiones
 
De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial“. Hemos sido llamados a brillar no para que podamos ver la suciedad en la vida de los demás y así nos sentemos a juzgarlos, acusarlos o menospreciarlos. El corazón de Dios revelado por Jesucristo era bastante claro: ¡brillen con toda su intensidad para que los demás los vean y reconozcan que el Padre celestial los ha transformado y sean así atraídos a Él! Si bien no hemos sido perdonados ni salvador por nuestras buenas acciones sino por la misericordia y el amor de Jesús sí podemos decir que hemos sido salvados PARA hacer buenas acciones, para vivir una vida intachable e irreprensible de modo que quienes nos conocen no puedan más que concluir que lo que sea que estamos haciendo ellos lo quieren hacer, a donde sea que estamos yendo para ser transformados quieren ir también y en lo que sea que estamos creyendo, ¡quieren también ellos creer! Que la luz de Jesús brille en tu trabajo, en tu escuela, en toda tarea o responsabilidad que ponen en tus manos, en la manera que conduces tu auto, en el conocimiento que tienes de la Biblia y en cómo la compartes con los demás, en cómo amas a tu esposa y a tus hijos, en el modo en que provees fiel, sabia y puntualmente para los tuyos, en tu facilidad de perdonar y dar nuevas oportunidades así como Cristo ha hecho contigo. ¡Que tu luz brille en todo lo que hagas, en todo lugar y ante todos los que te rodean! Pon en alto el nombre de Jesucristo, que el conocerte sea el factor determinante para que otros conozcan al Señor y le entreguen su corazón.

 1. ¿Cuándo fue la última vez que dejaste que la luz de Jesús brillara en tu casa, escuela o trabajo? Pídele a Dios que te ayude a vencer tus miedos e inseguridades, pídele perdón por rechazarlo u ocultarlo delante de los demás y pídele oportunidades de compartir tu fe y lo que Él ha hecho contigo con más personas.
2. ¿Has notado que a algunas personas les molesta cuando les hablas de Jesús? Tal vez los estás golpeando con la lámpara, pídele sabiduría a Jesús para que con tu manera de vivir cada día lo reflejes de tal manera que aunque no les platiques de tu fe sean atraída por ella y en el momento oportuno se acerquen a ti para que los guíes a Él.


















¿No te invitaron?.... ¿No te hablaron?.... ¿No te llamaron?....

No permitas que eso te robe el gozo de Dios....

Amiga: No tienes por qué sentirte ignorada u olvidada. Tal vez sientas que a nadie le importas o que no eres capaz de hacer algo bien. O que no harás cosas que trasciendan.
Eso es lo que tú crees....

Pero Jesús de Nazareth, el Rey de reyes, te habla hoy y te dice que aunque nadie te busque aunque nadie te haga caso; Él te ha elegido, te ha señalado y llamado por tu nombre.
¨Ustedes no fueron los que me eligieron a mí, sino que fui yo quien los eligió a ustedes...¨Juan 15:16
Es mejor que disfrutes de la compañia que te da aquél que te ha buscado, elegido y anhelado desde antes que tú nacieras: Dios. El Creador y Rey del universo.
Para Él eres muy importante.

El Señor ha puesto capacidades y habilidades en ti para hacer grandes cosas, para realizar grandes proyectos que le den la gloria y la honra a Él.

Deja que su amor te envuelva de tal manera que no te lastine el rechazo de las personas. Recibe su amor por fe, sólo cree que su amor está en ti.

Busca amarlo a Él y disfruta de lo que Él tiene para ti. Verás cómo te dará gracia y favor delante de las personas.

Jesús te está esperando. Él te anhela.

¨...Ardientemente nos desea el Espíritu que Él ha hecho habitar en nosotros¨. Santiago 4:5
Tu felicidad será tal que no te importará que algunas personas te ignoren....

Te invito a que hoy te llenes con el amor que Dios te da y que lo disfrutes intensamente.

Levántate creyendo y aceptando lo que Jesús ganó para ti con su sacrificio y resurrección. Eres importante y estás capacitada para toda buena obra.

Deseo que Dios inunde de su precioso amor y te envuelva en su grande bondad.

domingo, 13 de enero de 2019

¿Como es un corazón de piedra?






Generalmente se cree que un corazón duro como de piedra es el que tienen las personas que se muestran insensibles ante el dolor ajeno.

Aunque también se aplica para quienes cierran su corazón para no creer en Dios y su Palabra.
Es cierto todo lo anterior, pero el corazón duro como una piedra se puede desarrollar en muchos casosm aun en los creyentes.

Hoy te comparto mis reflexiones acerca de los motivos que endurecen un corazón.

UN CORAZÓN DE PIEDRA ES:

-El que está tan lastimado que decide no amar.
-El que desiste de creer porque su milagro no llega.
-Uno que sirve a Dios y al prójimo y nadie le da reconocimiento.
-El que se desanima cuando ve las circunstancias negativas.
-El que cree que no merece las bendiciones de Dios.
-Uno que todavía se siente culpable cuando Dios le ha perdonado.
-El que ha sido tan humillado que se niega a humillarse ante el Señor.
-El que ha esperado tanto que cree que Dios ya se olvidó de él.
-Uno que retrocede cuando las cosas no van bien.
-El que tiene tanta culpa que condena a su prójimo.
-El que han rechazado tanto que no acepta a los demás como son.
Como te das cuenta el corazón duro no es exclusivo de las personas que no tienen a Dios.

CÓMO SE CAMBIA O SE EVITA UN CORAZÓN DE PIEDRA:

Amiga, tú y yo estamos expuestas a tener dureza de corazón en cualquier momento. Cualquiera puede tener un corazón de piedra, pero Dios tiene el poder y el amor para cambiarlo.

Oremos siempre por un corazón de carne, es decir, que sea sensible, tierno y obediente a Dios:

-Para que Dios nos ayude renovando a diario nuestro interior.
-Que nos haga sensibles a su amor y gracia.
-Que el fruto del Espíritu Santo se manifieste en nosotras.
-Para que tengamos la capacidad para recibir su misericordia.
-Que nos ayude a buscar su Palabra para aumentar nuestra fe.
-Que nuestro corazón sienta compasión por los más débiles.
-Para que nos ayude a cultivar la humildad ante -El y nuestro prójimo.

Querida amiga, seguramente tienes algunas sugerencias para completar este mensaje. Será de mucha bendición para mi leer tu comentario.

5 verdades que te liberarán







La verdad es el único antídoto contra el veneno que las mentiras depositan en nuestras vidas y Cristo es la verdad.
Él es capaz de librarnos de las ataduras que nacen al creer mentiras. Su Palabra es el remedio. Mediante el estudio de su Palabra, somos capaces de encontrar la libertad y ser verdaderamente libres.
Vamos a examinar cinco verdades tomadas de la Palabra de Dios que tienen el poder para desafiar, sanar y abrir tu entendimiento. A menudo, nuestros sentimientos son engañosos. Podemos sentirnos solas, y sin amor, o ansiosas, pero la verdad es que Dios es capaz de manejar todas nuestras emociones y circunstancias. Su Palabra proporciona la verdad que necesitamos para combatir las mentiras en nuestra vida. Veamos.

Verdad # 1 Dios es bueno.

A menudo, cuando estamos teniendo un mal día y las cosas no van en la dirección que hemos planeado, nos vemos tentadas a creer que Dios no es bueno. Esta mentira parece ser confirmada después de ver las noticias o leer el periódico por unos minutos pues cosas malas le suceden a la gente de Dios y a veces, puede ser difícil entender cómo un Dios de amor permite que estas cosas pasen. Pero la verdad es que Dios es bueno. Su Palabra lo deja dice bien claro.
Salmo 136:1 nos anima: "Den gracias al Señor, porque él es bueno."
Puedes confiar en absoluto que Dios es bueno. Él siempre ha sido bueno. Él siempre será bueno. A pesar de nuestras circunstancias, Él sigue siendo un Dios bueno y amoroso.
Él es capaz de ofrecernos cosas buenas, aún cuando nuestro mundo está girando en una dirección que nos marea. Él es el dador de la paz, del consuelo y la sabiduría. Él nos da dones buenos y perfectos. Cuando nos vemos tentadas a caer en la mentira de que él no es bueno, podemos descansar en esta verdad.
¿Bajo qué circunstancias te sientes más tentada a considerar la idea de que Dios no es bueno? ¿Puedes pensar en ejemplos de tu propia vida que prueban que él es bueno y proveedor de todas las cosas?

Verdad # 2 No se trata de mí; se trata de Él.

Además de proclamar la verdad de que Dios es bueno, incluso cuando las cosas no salen como queremos, es bueno también recordar que nuestra voluntad no debe ser el motor de nuestras acciones. La verdad es que no debe ser el foco principal de nuestras vidas y circunstancias. No se trata de nosotros, se trata de Cristo.
Romanos 11:36 "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén."
Él es la fuente de todas las cosas y nuestras vidas son para darle gloria.
¿Cómo es este planteamiento diferente a los mensajes que el mundo nos ofrece sobre el propósito de nuestra vida? ¿Cómo cambia esto la manera en que ves tus circunstancias para enfocarlas a Cristo?

Verdad # 3 Dios me ama y me quiere cerca de Él.

¿Hay momentos en la vida en que te sientes lejos de Dios? ¿Alguna vez te pareció que Él estaba fuera de tu alcance? ¿Alguna vez has luchado con un patrón de pecado que parece imposible de romper? ¿En esos momentos, te preguntas si Dios realmente te ama? Yo lo hago.
No estoy segura tener el valor de decirlo en voz alta, después de todo, soy una chica cristiana, activa en el ministerio. Sin embargo, hay veces en que me pregunto si Dios me quiere de verdad. Soy muy pequeña y Él es tan grande.
Peor aún, fracaso más veces de las que hago las cosas bien y me siento tentada a poner el amor sobrenatural de Dios para mí en una caja que se adapte a mis experiencias humanas. Sin embargo, la Palabra de Dios no no me permite dudar pues explica claramente el amor de Dios por mí y su deseo de darme lo mejor.
Romanos 8:38-39 nos asegura que no podemos separarnos del amor de Dios. "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
1 Juan 4: 16-19 nos promete que podemos confiar en el amor de Dios por nosotros. "Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero."
Puede ser difícil de entender que Dios nos ame, pero la verdad es que lo hace. ¿Cómo cambiar tu vida esta verdad? ¿Hay áreas de tu vida que pudieran ser liberadas si dejaras de dudar del amor de Dios para ti?








Verdad # 4 Dios me creó una obra maestra.

¿Tiene días de gordura? Son los tiempos cuando te miras en el espejo y te preguntas lo que Dios estaba pensando cuando te dio esa nariz o la piel o el cabello que tienes. ¿Reconoces que Dios hizo un gran trabajo cuando creó los atardeceres y playas, pero en secreto te preguntas qué estaba pensando cuando te hizo?
Como chicas, somos especialmente propensas a creer la mentira de que nuestra apariencia es imperfecta.
Somos propensas a creer las mentiras de que somos feas o gordas o que debemos parecernos a alguien más. Sin embargo, estas mentiras son destrozadas por la Palabra de Dios.
Salmo 139:13-14 dice: “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.”
¿Entendiste? La descripción de su creación incluye palabras como formidable y maravillosa. Fuiste armada por un Dios de amor y no como un error o un accidente. Eres la maravillosa obra de un Dios de amor. ¿Sabías? ¿Los Sabías Bien?
¿Por qué crees que las mujeres jóvenes somos tan propensas a luchar con la idea de que somos maravillosas y con un propósito? ¿Cuáles son las consecuencias para tu vida de creer lo contrario?

Verdad # 5 La gracia de Dios es suficiente para mí.

Tenemos una visión limitada de nuestras vidas, por lo tanto es fácil sentirse abrumada por un problema que estemos enfrentando y comenzar a sentir que es más de lo que podemos manejar. Pero la gracia de Dios es capaz de cubrir todas las circunstancias.
Él es capaz de ofrecer todo lo que necesitamos para manejar todas las situaciones.
2 Corintios 12:9 nos asegura que la gracia de Dios es suficiente para nosotros.
"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo."
¿Hay una circunstancia actual que parece demasiado grande para que la puedas manejar? ¿Qué es? ¿Estás dispuesta a admitir tu debilidad en esta área para que la gracia de Dios pueda ser perfeccionada en tu vida? ¿Eres capaz de descansar en esta promesa o es difícil dejar ir la ansiedad?
¿Hay áreas específicas de lucha en tu vida que puedan ser tratadas por una de estas cinco verdades?
Te ha ayudado ver estas cinco verdades para darte cuenta de un área de tu vida donde has estado creyendo mentiras?
Nos encantaría saber de ti.
Esperamos que puedas escribir sobre tus experiencias para que otros puedan tener ánimo y fortaleza.

Libre al fin ....Escrito por Deborah Fehsenfeld







En mis años de adolescencia, empecé a ser esclava de la bulimia. Me gustaba la comida y la disfrutaba, pero no quería que esto alcanzara a notarse. Qué bien me sentí cuando descubrí una manera de comer todo lo que quisiera sin consecuencias—o eso pensé. Mi vida comenzó a girar más y más alrededor de atracones de comida. Yo decidía con quienes lo haría, lo que haría y cuándo lo haría, de acuerdo a mi creciente adicción.

Nadie sabía y mi felicidad dependía de que ellos no se dieran cuenta. Yo vivía para esos atracones de comida. En esos momentos yo podía vivir sin limitaciones—excepto, desde luego, por las glándulas inflamadas, relaciones tensas, las oportunidades desperdiciadas, y el eterno sentido de culpa y el miedo a ser descubierta. ¡Pero podía comer lo que fuera! Suena a locura, pero esta era la vida para mi, y yo la elegía una y otra vez, luchando por no “perder mi libertad.” Eventualmente, de todos modos, empecé a desear vida más allá de la comida. Así que decidí que pararía. Leí libros, conseguí empleos, elegí una universidad y me gradué de cursos cuyo propósito principal era aprender cómo ser libre de las cadenas de esta implacable adicción.

Y lo dejaba... por un día, una semana, aún meses, a veces. Pero la adicción nunca se iba. Cuando la vida se hizo muy difícil, me consolaba apartando un día para un atracón ininterrumpido. Cuando en ese día anticipado llegaba cualquier pariente o amigo no esperado, o alguna circunstancia no anticipada, yo me sentía como una bestia salvaje enjaulada. Sin importar lo mucho que tratara, lo único que lograba eran breves períodos de abstinencia. Mi mente y mi corazón estaban literalmente obsesionados por la comida.

Durante mis años universitarios, empecé a preocuparme por mi alma. Me sentía tan culpable. Yo sabía que Dios no se complacía con lo que yo estaba haciendo. Yo razonaba que aun si Él toleraba mis atracones y mis purgas, Él ciertamente odiaba mis mentiras; los robos y manipulaciones que venían como producto de esto. Y estas cosas eran esenciales, ya que mantener el secreto era la única forma que yo tenía de continuar pecando “en paz”. ¡Qué existencia tan miserable!
Después de completar la Universidad, mi esposo y yo comenzamos a asistir a una iglesia evangélica, y empezamos a leer la Biblia. Yo no tenía trabajo y Dios levantó una mujer, seguidora de Jesús, que me contrató para transcribir sus diarios personales. Mientras leía sobre sus propios fracasos y batallas con la auto-indulgencia, vi una diferencia inconfundible. Su felicidad se encontraba en Dios. Mi felicidad se encontraba en la comida. En el medio de la batalla, ella respondía abandonando su indulgencia pecaminosa como producto de su amor y deleite en Dios, que era mayor que su amor por su pecado. Mientras que yo, en medio de la lucha, me alejaba de Dios y de Sus caminos debido a mi mayor amor por la comida.

Lo único que podía hacer era clamar a Dios. Sentía que moriría si dejaba de practicar la bulimia permanentemente. Esto significaría abandonar todo lo que conocía y amaba hasta ahora acerca de mi vida (aunque también lo odiaba). Yo no podía hacer esto. Sabía que no podría.
Alrededor de ese tiempo vino un predicador invitado a nuestra Iglesia y compartió su testimonio de cómo el poder de Dios le había liberado del pecado de la glotonería. Y estoy segura que de los allí presentes, yo era la persona más atenta ese día, y cuando él dijo,"si tú quieres parar de pecar, memoriza la Escritura", y yo comencé inmediatamente. No funcionó de una manera mágica, de una manera instantánea como yo había esperado, pero yo me mantuve haciéndolo en total desesperación. Yo pasé hora tras hora, día tras día memorizando, leyendo, estudiando, meditando en las Escrituras. Yo continué clamando y pidiéndole a Dios su ayuda para ser libre.
Y mi deseo de libertad se incrementó aún más en la medida en que yo contemplaba más y más la hermosura de Cristo, y la paz y la felicidad que pertenecían a todos aquellos que caminaban con Él en libertad. Pero ese no era todavía mi privilegio. ¿Pudiera llegar a ser algún día? Yo me lo preguntaba y esperaba.

Un día en medio del estudio y de la meditación, uno de los primeros eslabones en la cadena de esclavitud se quebrantó. Por un largo tiempo había sabido que la palabra Evangelio significaba "buenas nuevas", era la frase usada para describir la obra de Cristo. Cristo había muerto por nuestros pecados. Por Su muerte Él me libertó de la pena del pecado. Esto era todo lo que yo sabía. Pero Su resurrección trajo nueva vida a todo aquél que era suyo.
Lo que yo descubrí en ese momento fue que Jesús era aquél que tenía poder de hacerme libre, y Él lo haría haciéndome totalmente nueva! Yo sabía por mi dura experiencia que yo nunca iba a poder enfrentar el poder de la bulimia, el poder que esta tenía sobre mí. Sabía que sería su esclava para siempre. Y mi única esperanza era la posibilidad de que la vieja yo muriera y fuera hecha nueva, y renaciera, como una nueva persona en Cristo.

Mientras yo respondía a Dios en fe, yo comencé a experimentar un nuevo deseo.
Antes de este tiempo, yo había querido ser libre para poder vivir sin obstáculos, pero por primera vez yo quise ser libre para poder amar a mi Dios y mi Salvador con todo mi corazón y con toda mi alma, de la manera que Él merece! Algo definitivamente había cambiado.

¿Acaso deje de practicar la bulimia desde este día en adelante? No, de hecho, yo traicioné a mi nuevo amo muchas veces. Pero aún algo era diferente acerca del proceso de fallar. Él se mantuvo siendo fiel a mí; me bendijo tan ricamente cada vez que yo estaba en Su presencia que comencé a amar Su presencia y quedaba cautivada Continuamente encontraba que estaba atracándome y purgándome cada vez menos frecuentemente, hasta que un día me di cuenta que no necesitaba practicarla nunca más. Ya era feliz sin ella.

Nunca pude imaginar que fuera posible, pero ¡la verdad me había liberado! ¡Jesús se había convertido en algo más importante, más satisfactorio y más deseable que la más dulce y más apetecible de todas las comidas!

¿Cómo puedo crecer en virtud?




Dios es un Dios virtuoso. ¿Te suena extraño? Muchas veces cuando escuchamos la palabra virtud, o alguien virtuoso, primeramente, pensamos en Proverbios 31. Sin embargo, en la Palabra de Dios, las mismas «virtudes» (buenas obras, buenas actitudes internas reflejadas en comportamiento externo) que Él demanda de nosotros, Él las ha mostrado. Te animo a hacer el siguiente ejercicio: escoge cualquier exhortación bíblica de carácter, acción o mandato bíblico dirigida a los seguidores de Cristo, y piensa cómo se revela eso primero, en el carácter y naturaleza de Dios.
Su santidad, amor, misericordia, paciencia, templanza, sabiduría, sacrificio, perdón, magnificencia, pureza, belleza son sólo algunas que podemos observar a través de la escritura. Todas ellas son exhortaciones para nosotras, las cuales primeramente vemos desplegadas en Dios mismo.
Para crecer en virtud hay muchos aspectos que podríamos tener en cuenta. De manera general es importante saber que Dios es quien pone el querer como el hacer por su buena voluntad (Filipenses 2:13). Nuestro objetivo como hijas de Dios es darle gloria con nuestras vidas, y proclamar su nombre no sólo con nuestros labios, sino con un caminar y con obras que den gloria a su nombre y no que busquen ganar su aprobación porque eso ya lo tenemos en Cristo. Toda virtud fluye de un corazón que ama a Dios.







En el Nuevo Testamento la palabra «virtud» tiene varios sinónimos. En muchas traducciones equivale a excelencia, alabanzas, excelencia moral y es usada tanto para describir el carácter de Cristo y sus obras, como también para describir la vida que los creyentes deben vivir. Dios quiere estas cosas en nosotros. No es una misión imposible el crecer en virtud en nuestras vidas, el ser adornadas por buenas obras y un espíritu apacible (lo cual no quiere decir que una extrovertida tiene que convertirse en introvertida, contrario al diseño específico de Dios para esa persona, pero eso es tema de otro artículo) se trata de tener motivaciones, voluntad y decisiones alineadas conforme al propósito y planes de Dios revelados en Su Palabra.

El crecer en virtud NO es únicamente una labor de esfuerzo personal, como la última dieta de moda. ¿Has decidido alguna vez algo que empezarás un lunes y para el miércoles te sientes como un fracaso total? (¡Al parecer que soy la única pecadora culpable de ese hecho!) ¡Necesitas asistencia del cielo en esta jornada! Dios lo sabe y por eso nos dejó, al mismo Espíritu que levantó a Cristo de entre los muertos, Su presencia en nuestras vidas para capacitarnos y darnos la fortaleza, firmeza y amor para que la virtud, las cosas en nuestras vidas que hablan bien de Dios, que hacen a otros glorificarle y que traen gozo a nuestro corazón, puedan florecer en nosotros.


La «pureza posicional» es nuestra garantía, como escribe Mary Kassian de que, al estar en Cristo, somos puras por declaración divina. Ella comparte «Una mujer verdadera es pura. (Virtud y pureza son dos lados de la misma moneda: la presencia de bondad y la ausencia de contaminación)». El crecer en virtud no es un trabajo más en la lista de cómo ser la joven perfecta 101. Todo lo contrario, es la libertad otorgada para que, al reconocer nuestra imperfección, pecaminosidad y el quedar siempre cortas o no ser lo suficientemente «buenas», Cristo nos dice «en mí eres pura y eres libre para ser pura».
Algunos puntos en los cuales meditar y tomar acción que nos ayudan a crecer en virtud:
  1. Ejercítate en las disciplinas espirituales: La búsqueda de Dios y el cultivar nuestra relación con Él como discípulas, es la fuente de toda virtud. Debe fluir de Dios y para Dios. El glorificarle y no el buscar ser mejor, o «superarnos» como cristianas, debe ser la motivación de buscar que la virtud crezca en nuestras vidas. (Amós 5:4; Isaias 55:6-8)
  2. Cultiva el amor por Dios en tu vida. Es nuestra mayor virtud y de la cual todas las demás virtudes fluyen apropiadamente. (Deuteronomio 6:5; Mateo 22:37-39; Marcos 12:30)
  3. Cultiva la humildad y el amor por otros. (Proverbios 11:2; Efesios 4:2; Romanos 12:16; Filipenses 2:3; Coloreases 3:12)
  4. Cultiva formas de pensar enfocadas en lo bueno, en lo que abunda, en lo que agrada a Dios y honra a los demás (Filipenses 4:8)
  5. Usa tus dones espirituales. (Romanos 12:7-8; 1 Corintios 14:3, 12)
  6. Lee la Palabra buscando virtudes: Al leer la Biblia, no te enfoques sólo en los “no” y las prohibiciones. Observa los mandatos positivos, las cosas que debemos hacer, en cómo nos llama y nos anima Dios a caminar. La Biblia no está únicamente compuesta por prohibiciones de la vida cristiana, sino también de exhortaciones de cómo vivir de manera virtuosa.
En la vida de una discípula de Cristo, el objetivo y propósito principal, es glorificar a Dios. Lo vemos a través de toda la Escritura, no solo en la historia de la redención del pueblo de Dios, en Su plan perfecto Él ha orquestado la historia, ha escogido a individuos y pueblos de toda lengua y nación no solo para salvarles, sino que a través de eso su nombre sea glorificado. Al añadir virtud a nuestras vidas, al hacer las «buenas obras» que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas, con todo esto glorificamos a Dios. 1 Pedro 2:9 nos dice: «Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas [excelencias, virtudes, según otras traducciones] de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable». De igual forma, nuestras virtudes son obras maravillosas para glorificar a Dios. ¡Que hermoso!

De manera práctica te dejo con algunas preguntas para reflexión.

  • ¿Podrías pensar en tres virtudes bíblicas quieres cultivar en los próximos 6 meses?
  • ¿Qué situación difícil, presente en tu vida, puede estar contribuyendo al crecimiento de esa virtud? (¿Por ejemplo, esperar por algo que anhelas o deseas, desarrolla paciencia?)
  • Toma unos minutos para pedirle a Dios, que a través de Su Espíritu Santo te ayude a que esta virtud crezca en tu vida y que te dé el discernimiento, las fuerzas, el amor y la perseverancia para crecer en virtud. Crecer en Cristo, es crecer en virtud.
Porción para Meditar: 2 Pedro 1:3-8 (NVI)
 Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.  Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.  Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios;  a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.  Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, los harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos.



Averigua bien lo que agrada al Señor






Efesios 5:1-14 

“Averigüen bien lo que agrada al Señor. No participen en las obras inútiles de la maldad y la oscuridad; al contrario, sáquenlas a la luz.” Efesios 5:10 y 11



Disfruto mucho descubriendo aquello que le gusta a las personas que amo para luego luego hacerlo y compartir las alegrías con ellos. Me encantan las sorpresas y me gusta tomarme el tiempo para planear una y ejecutarla con detalle para hacer feliz a alguien más. A todos nos gusta sentirnos amados, disfrutamos cuando alguien se toma el tiempo para hacernos sentir especiales y queridos. La Biblia enseña que Dios nos creó a su imagen y semejanza (Génesis 1:26) y entonces, ¿será posible que a Dios también le guste sentirse amado y que disfrute cuando uno de sus hijos o hijas se toma el tiempo para conocerlo y agradarlo? El libro de Job inicia mencionando un evento como el que pocas veces se menciona en la Biblia: “Un día los miembros de la corte celestial llegaron para presentarse delante del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos…“, el diablo mencionó que recién volvía de recorrer la tierra a lo que Dios contestó: “¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal“. Más importante que este evento que va más allá de nuestra percepción y de saber si el enemigo conocía o no a Job (que sí lo conocía) es notar lo que hizo el Señor: se tomó el tiempo para hablar de un hombre al que consideraba ejemplar y único, ¿qué tenía de especial? Que en su corazón había decidido honrar al Señor viviendo en integridad, de manera intachable y apartándose de todo mal, ¡el corazón de Dios se sentía honrado al grado que lo platicó ante toda la corte celestial! ¿Cuándo fue la última vez que te tomaste el tiempo para averiguar lo que agrada al corazón de Dios y después hacerlo para alegrarlo?

Hay honra en nuestras decisiones de cada día
Que no haya ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes. Tales pecados no tienen lugar en el pueblo de Dios. Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes. Llevo 5 años de casado con mi esposa y aunque aún me faltan muchos años para disfrutarlos a su lado conociéndola más ya conozco lo suficiente de ella como para saber qué le agrada y qué no. Una de la mejores maneras con la que sé que puedo amarla cada día es precisamente evitando lo que le desagrada y esforzándome por hacer lo mejor posible lo que sí alegra su corazón. Precisamente esta es una de las maneras con las que podemos demostrarle nuestro amor al Señor y agradarlo: no haciendo lo que le desagrada ni estando presente cuando alguien más lo hace. ¡Nada tiene que hacer un hijo de Dios en una conversación obscena, contando o escuchando chistes de doble sentido, viendo imágenes o películas inmorales o permitiendo que sus ojos u oídos sean testigos de pecados platicados, actuados, cantados o sugeridos! Dejar que nuestro corazón se vaya tras el dinero o tolere la inmoralidad para encajar en la sociedad o para satisfacer nuestros deseos carnales ¡desagrada por completo a Dios y le demuestra menosprecio y falta de amor! Tus decisiones de cada día le comunican al Señor cuánto lo amas, cuánto te quieres parecer más a Él, cuánto quieres honrar a los que lo honran y cuánto quieres agradarlo viviendo de manera recta, honrada y ejemplar.

Saca a la luz toda la obscuridad y maldad
“No participen en las obras inútiles de la maldad y la oscuridad; al contrario, sáquenlas a la luz”. Hace unos años en la empresa que trabajaba me asignaron una laptop para mi uso que el dueño le había comprado a alguien más, un día mientras la usaba noté que había información del antiguo dueño guardado en unas carpetas, al abrirlas descubrí literalmente cientos y cientos de archivos llenos de inmoralidad sexual y pornografía, ¡nadie sabía que estaban ahí! Podía escoger no decir nada y guardarme todo para mí al cabo “nadie se daría cuenta”, pero yo sabía bien que Dios me estaba viendo y estaba poniendo atención a las decisiones que tomaría al respecto, así que seleccioné la carpeta y la borré por completo en ese instante, era tanta la información que la computadora tardó ¡varias horas en borrarlo todo! Sacar a la luz la maldad y toda perversión o depresión que el Señor nos permite identificar ¡es una manera de honrarlo! Porque para que el mal sea expuesto, detenido y erradicado ¡alguien debe señalarlo, enfrentarlo y expulsarlo! Y es ahí donde entramos los hijos de Dios, cuando nos negamos a participar en críticas y chismes que nos platican, cuando sacamos a la luz fraudes, engaños y traiciones para frenar el daño que se está haciendo, cuando nos negamos a participar en actos corruptos y cuando al estar a solas escogemos honrar a Dios con nuestros ojos, nuestros oídos y nuestro cuerpo por encima de a toda tentación que desea satisfacer nuestro cuerpo.


«Despiértate, tú que duermes; levántate de los muertos, y Cristo te dará luz». Creo de todo corazón que a través de la lectura bíblica del día de hoy el Espíritu de Dios nos está llamando a despertarnos de nuestra comodidad, a frenar todo el pecado y muerte que hemos dejado habitar en nuestra mente y nuestro cuerpo y a demostarle a Dios con nuestras acciones cuánto lo amamos y cuánto deseamos conocerlo más… ¡para agradarlo y amarlo aún más! Si haz de quedarte con una frase del día de hoy quédate con la siguiente “Averigüen bien lo que agrada al Señor”. Busca, investiga, lee, estudia, medita, analiza, ¡haz lo que sea que tengas que hacer para averiguar lo que agrada al corazón de Dios! Y una vez que lo encuentres ¡repítelo una y otra vez e invita a la mayor cantidad de sus hijos a que te acompañen a hacerlo también! ¡Deléitate agradando a Dios, honrándolo con tus decisiones, viviendo en integridad y resistiendo toda la maldad! La Biblia está llena de lo que agrada y no agrada al Señor, su mismo corazón está allí impreso esperando para que lo descubras, ¡honra al Señor leyendo, aprendiendo y poniendo en práctica las Palabras que dejó para ti! Que todo el mundo sepa que eres una persona recta e intachable, que todos te conozcan como aquel que no participará en las pláticas groseras u obscenas que ellos tienen, como aquel delante de quien cuidan lo que dicen y con quien se comportan de manera recta, justa, buena y verdadera. ¡Que tu integridad construida sobre tu amor por Dios provoque que los inconversos a tu alrededor se comporten rectamente reflejando tu amor por el Señor!


1. Dedica tu oración de hoy a agradar al Señor, haz una lista de adjetivos calificativos de tu Salvador, de elogios, agradecimientos y palabras de honra y alabanza, puedes cantarle alguna canción o hasta hacerle una declaración de amor y respeto desde lo más profundo de tu corazón.
2. Haz un plan y pídele al Espíritu Santo que te dirija para averiguar mediante la lectura diaria de la Biblia cómo agradar más a Dios, como conocer más de su corazón y como amarlo con tus decisiones de cada día.

miércoles, 9 de enero de 2019

Conocer o no Conocer a Dios hace la diferencia





Daniel 11 

“Capturará con adulaciones a quienes desobedecen el pacto. Sin embargo, el pueblo que conoce a su Dios se mantendrá fuerte y lo resistirá.” Daniel 11:32

 En nuestra lectura del día de hoy nos encontramos en la última de sus visiones que aparece en la Palabra la cual es sobre los futuros reyes persas que reinarían pero más específicamente sobre los reyes del norte y del sur que surgirían por la división del reino persa varios años más adelante. De acuerdo a lo relatado estos dos reinos tendrían guerras por años y por generaciones, harían alianzas que luego romperían, se invadirían uno al otro y levantarían ejércitos cada vez más grandes y más preparados para volver a pelear entre sí una y otra vez. Traiciones, matrimonios arreglados, abandono, familias divididas, lucha por el poder, idolatría, robo de riquezas, asesinatos, abuso de poder, rebelión, engaños, ¡una interminable lista de maldad, corrupción y obscuridad hay en esta historia! Tristemente al leerla, ¿no nos recuerda a la sociedad en la que vivimos hoy en día? Todas estas acciones aún prevalecen en nuestros gobiernos, trabajos, familias e incluso en nuestro corazón. ¡Más que nunca necesitamos reconocer que necesitamos alguien que nos salve y nos dé esperanza en medio de tanta maldad! Hay un camino, una verdad, una luz en medio de la obscuridad y conocerla o no marcará la diferencia en tu vida y la de los tuyos.

El Poder de Dios está por encima de todo
En medio del relato de esta historia de lucha de poderes encontramos esta porción en el versículo 27: “Entonces sin otro propósito que dañarse el uno al otro, estos reyes se sentarán a la mesa de negociaciones y conspirarán el uno contra el otro con el propósito de engañarse mutuamente; pero esto no cambiará nada, porque el fin llegará a la hora señalada”. Recordemos que estos eventos aún no sucedían y que quien los estaba relatando era un ángel de Dios que conocía todo lo que sucedería, ¿alcanzas a ver el poder y dominio del Señor detrás de la historia? Básicamente el ángel está diciendo: “Estos reyes se sentarán a negociar pero Dios verá en su corazón sus verdaderas intenciones de conspirar para dañarse uno al otro y engañarse; sin embargo por más que hagan planes nada cambiará lo que Dios tiene pensado hacer, porque a la hora que Él ya señaló llegará el final que Él ya estableció”. ¡Hay mucho del corazón y personalidad de nuestro Señor detrás de cada porción de las Escrituras! Y en nuestra lectura de hoy queda claro que el Poder de Dios ¡está por encima de cualquier otro poder! Como lo dice el mismo libro de Daniel en el capítulo 4: “Él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”. El Señor no le da cuentas a nadie, no pide permisos, no hay autoridad sobre Él ni quien lo controle, ¡Él es el Señor de Señores, el Dios de los dioses, el Soberano Creador que tiene control de todo lo que sucede en todo el universo en todo instante de la historia! Y es tan inmenso e increíble su amor que pone atención a cada pequeño detalle de tu vida y también de ella tiene el control, no importa los planes del enemigo contra tu vida ni los intentos que hagan por detener su mano de bendición sobre ti, ¡nada ni nadie evitará que el día y la hora que Él ha marcado su voluntad se cumpla sobre ti! ¿Lo puedes creer?
Solamente quien conozca a Dios se mantendrá de pie
De acuerdo a lo que platica el ángel, en un momento de esta historia el rey del norte decide descargar su enojo contra el pueblo de Dios, se apodera del templo, contamina el santuario, detiene los sacrificios diarios y además “capturará con adulaciones a quienes desobedecen el pacto”. Es un hecho real que el diablo quiere a toda costa alejarte de Dios, quiere convencerte de romper el pacto que tienes de amar al Señor, obedecerlo y honrarlo y hará ¡todo lo que esté a su alcance para lograrlo! Pero Dios nos enseña quiénes se mantendrán en pie ante los ataques del enemigo: “Sin embargo, el pueblo que conoce a su Dios se mantendrá fuerte y lo resistirá”. ¡Nuestra única esperanza de vivir la vida cristiana sin volvernos atrás al pecado es hacer todo lo posible por conocer a nuestro Señor! De eso se trata la vida cristiana, de perseguir el corazón de Dios hasta encontrarlo, de estudiar, meditar y analizar las Escrituras para llenarnos de su verdad y permitir que su carácter crezca dentro de nosotros, porque solamente quien le conozca podrá identificar y rechazar todo ataque del diablo, solo quienes están llenos de su Espíritu podrán vencer toda tentación y resistir la presión de la sociedad que día con día nos demanda que vivamos para nuestros placeres y neguemos toda fe. ¿Cuánto tiempo inviertes conociendo a Dios y alimentándote de la Biblia? ¡Esto determinará cuánto crecerá tu fe, cuánto resistirás las tentaciones y si podrás mantenerte de pie o no en medio de las pruebas y aflicciones!

Conclusiones
“Pues lo que se ha establecido, sin lugar a dudas, ocurrirá”. Nunca es tarde para empezar a conocer a Dios ni para sentarnos a abrir y estudiar su Palabra. ¡Nos encantaría saber más del Señor hoy para enfrentar las pruebas y tentaciones que están golpeando nuestra vida! Quisiéramos saber su voluntad y sus propósitos para nuestra vida pero nuestra falta de inversión de fuerza y tiempo en conocerlo nos tiene estancados y tal vez hasta un tanto desorientados. Pero hoy puedes tomar la decisión de regresar al camino que te lleva a conocer el corazón de tu Dios y como consecuencia su voluntad para tu vida, haz de este día el inicio de tu caminar con el Señor que te llevará a medida que más lo conozcas a ir ganando terreno sobre el pecado hasta derrotarlo y erradicarlo de tu vida, comienza hoy a pasar más tiempo leyendo la Biblia y platicando con tu Salvador. Deja todas tus preocupaciones, ansiedades y aflicciones en sus manos, ponlas “a parte” y dedica tus pensamientos y energías en conocerlo más que en angustiarte y lamentarte de tu situación actual. No podemos cambiar nuestra falta de compromiso con Dios del pasado pero sí podemos nunca más volver a estar lejos de Él ni de su Palabra. Conocerlo hará la diferencia en tu cristianismo, en tu paz interior, en tu victoria sobre el pecado y en tu destino eterno, ¡vale la pena ir tras su corazón e invertir diariamente en nuestra relación con Él! Renueva tu compromiso, reordena tu vida, cambia las prioridades que hoy guían tus decisiones, toma decisiones y retoma el rumbo hacia conocer a tu Salvador.
Ideas para tu Oración de Hoy
1. Pídele al Señor que te llene de su Espíritu Santo pues al habitar su Espíritu en ti te guiará a conocerle al estudiar la Biblia y al buscar su corazón.
2. Pídele dirección al Espíritu Santo para que te lleve a las porciones de las Escrituras en las que el Señor te quiere hablar.
3. Dale gracias a Dios por su Palabra, por su amor e interés en tu vida y por cuidar de ti con todo su Poder. Abre tu Biblia y comienza a vivir tu experiencia personal y diaria de fe con tu Salvador.

miércoles, 2 de enero de 2019

Desarrollando relaciones sanas

Lectura de Hoy:
Efesios 5:21-33


Versículo clave:
“Sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.” Efesios 5:21


La palabra “someter” no es una palabra que nos guste usar cotidianamente al menos no cuando se trata de nosotros teniendo que rendir nuestra voluntad o ceder en nuestros deseos y derechos para darle el lugar a alguien más. Sin embargo Dios nos enseña en la porción bíblica de nuestra lectura de hoy que la base de la relación más significativa que llegaremos a tener en nuestra vida al contraer matrimonio ¡debe estar construida bajo un acto de sumisión mutua! Cuando aún no estamos casados solemos brincarnos estas porciones de la Biblia porque pensamos que son “para alguien más” o “para después”, y cuando ya estamos casados… ¡nos seguimos pasando de largo para hacer como que no sabíamos lo que ahí nos dice! Lo cierto es que cada letra, palabra y signo de puntuación que vienen en la Palabra de Dios nos reflejan su corazón, lo que es importante para Él y lo que espera de nosotros sus hijos. ¿Qué principios podemos aprender hoy para llevarlos a toda relación que tengamos y desarrollar así relaciones correctas y sanas que vayan de acuerdo a la voluntad de Dios?
Una relación no se trata solamente de nosotros sino también… de los otros.
Esta sencilla frase me recuerda al menos dos porciones de la Biblia, la primera es una pregunta capturada en el libro de Amós capítulo 3: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” y la segunda es parte de una enseñanza de Jesús en el capítulo 16 del Evangelio de Lucas que dice lo siguiente: “Y si en lo ajeno no fueron fieles, ¿quién les dará lo que es suyo?“. Para que una relación de amor o amistad funcione primeramente tienen que estar de acuerdo las dos personas, ¿de acuerdo en qué? no solamente en lo que sienten o esperan de la relación sino de acuerdo con los principios que rigen el corazón de la otra persona, es decir, una persona que no tiene espacio en su corazón para tener una relación con Jesús es porque ¡usa todo su tiempo para satisfacerse a sí mismo! Y difícilmente estará listo para entrar en una relación de amor, rendición y compromiso con alguien más, porque alguien que no conoce a Dios de acuerdo a la Biblia no ha conocido el verdadero amor, no conoce el poder del perdón, la libertad de la salvación, la paz que sobrepasa todo entendimiento ni la fortaleza que nos da el Señor para volver a intentarlo cuando fallamos. Alguien que no ha demostrado su fidelidad con su Creador, con sus autoridades, sus padres o con sus amigos ¡no está listo para recibir ninguna responsabilidad a su cargo! Así que antes de entrar en una relación o aún si ya estás en ella pregúntate: ¿cómo está mi relación con Dios y… la de mi amigo o pareja?

Una relación de Amor sana
El apóstol Pablo se toma la parte final del capítulo 5 de su carta a los Efesios para señalar algunos puntos importantes dentro de una relación de matrimonio, una relación de amor:
1) Un hombre que se somete a la voluntad de Dios está listo para amar a una mujer y entregarse por ella. O lo que es también, un hombre que no se somete a Dios ¡difícilmente amará a su esposa como lo merece! ¿Cómo estás en el tema de la sumisión a Dios?, ¿qué clase de esposo aspiras a ser o estás siendo ya en este momento? “Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella”.
2) Una mujer que acepta que Dios ha establecido al hombre como cabeza vive confiada y descansada en que el Señor dirigirá a su esposo y por lo tanto a su matrimonio por caminos seguros. “Sométase cada una a su marido como al Señor, 23 porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia”.
3) Un hombre deja a sus padres que en muchas ocasiones representa dejar el lugar donde vive, los recursos para el día con día, un techo y una vida “hecha” para empezar de cero con la mujer que ama, para entregar todas sus fuerzas, energías y su vida misma para amarla, cuidarla y proveer para sus necesidades. ¡Lo mismo que Jesús hizo por nosotros! “El hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”.

Conclusiones
“Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido”. ¿Qué nos enseñan estos principios del corazón de Dios? Muchas cosas y a medida que leemos el Espíritu Santo nos señala diferentes principios a cada persona, ¿cuáles te ha mostrado a ti? Al leer esta porción puedo ver a un Dios de orden, que establece líderes a quienes responsabiliza de una dirección pero que deben tener en claro que la base de toda su autoridad debe ser un amor desinteresado y dispuesto a entregarse, de la misma manera que Él se entregó por su iglesia. Veo también el corazón de Dios invitándonos a recordar que la razón por la que debemos amarnos, respetarnos y vivir en orden es porque somos miembros de su cuerpo, es decir, ¡todos somos igual de valiosos delante de Él! Pero tenemos diferentes funciones y responsabilidades. Al entrar en cualquier relación debes saber que si Dios no es el centro de ella fracasará, si los principios que la rigen no honran su verdad, no proveen a tu integridad ni fortalecen tu fe ¡debes tener mucho cuidado! Antes de dejar todo lo que tienes y eres para arriesgarlo por alguien más ¡aprende a arriesgar todo lo que eres y tienes por amor a tu Señor en una relación personal con Él! Porque si esta primera relación la tenemos sana y correcta Él nos dirigirá a relaciones estables y duraderas. Quitemos nuestra mirada de nosotros mismos, amemos como Dios nos ha amado, vivamos en sus principios y en su orden y disfrutemos de toda relación que Él tiene para nosotros.

Ideas para tu Oración de Hoy
1. Dale gracias a Dios por las relaciones de las que te permite ser parte en esta etapa de tu vida, ¿qué tanto de Dios ves en ellas? Pídele que te muestre si alguna relación te está dañando, alejando de Él o está fuera de su voluntad.
2. Si ya estás en una relación de matrimonio, ¿qué tanto se parece tu actitud a la que enseña la Biblia en nuestra lectura de hoy? Podrás o no estar de acuerdo con que el rol del hombre y de la mujer que Dios ha establecido pero lo cierto es que si estás viviendo fuera de ese orden ¡vas en camino de fracasar! Pídele al Señor ayuda, valor y dirección para llevar tu relación por el rumbo que Él ha establecido.

El Dominio del Reino de Dios

Daniel 7   “El reino del Altísimo permanecerá para siempre y todos los gobernantes le servirán y obedecerán.”  Daniel 7:27b Me ...