miércoles, 30 de agosto de 2017

La fe es el secreto para perseverar en la oración






Cuando le preguntas a alguna persona cristiana: ¿Tienes fe? Seguramente te contestará inmediatamente; ¡Por supuesto!

Y es que nadie puede seguir a Cristo si no tiene fe.

La fe es la clave de la salvación y la vida eterna.

La fe que te mueve a caminar con Jesús es la que te hace creer que su muerte en la cruz y la sangre que derramó te perdonan los pecados ante Dios.

La fe es lo que te impulsa a creer que eres libre de todo lo que el enemigo te causa.

Pero ¿qué tal la fe que necesitas sostener y alimentar para tener oraciones respondidas?

¿Tienes esa fe que te hace doblar las rodillas con la misma petición de mucho tiempo atrás?

Necesitamos tener una fe tan firme que no nos desanimemos si no vemos las respuestas que estamos esperando. Esa fe que nos haga decir:

Yo sé que Dios me responderá...

No importa que ahora no vea nada, sé que Dios me hará justicia.

Aunque tenga que clamar durante mucho tiempo más, estoy segura que el Señor obrará a mi favor.

Jesús nos dejó una enseñanza acerca de la oración constante. Es importante insistir en nuestra oración hasta que Dios responda:

También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,

diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.
Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.
Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?
Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? 
 Lucas 18:1-8

Me llama la atención la pregunta al final del relato: <<Cuando el Hijo del Hombre regrese, ¿a cuántas personas con fe encontrará en la tierra?>>

La fe es el secreto para seguir insistiendo en las oraciones. Como la viuda. Ella sabía que tarde o temprano el juez le resolvería que tarde o temprano el juez le resolvería su caso. No perdía la esperanza. Y eso que sabía que era malo e injusto, ¿eh?

Cuando la fe se acaba, se terminan también las oraciones. Las oraciones no pueden ir separadas de la fe. 

Cuando la fe se debilita, dejas de insistir con tu clamor ante el trono de la gracia, y te pierdes las bendiciones. Estas son algunas de las ventajas de ejercer la fe:


 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Santiago 5:15


Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Romanos 1:17

Amiga, las respuestas de Dios vienen cuando Él encuentra fe en tu corazón.

La fe es lo que vendrá buscando Jesucristo en tu corazón cuando venga por su iglesia al final de los tiempos,.

Si tú tienes fe para creer que te sanará, que unirá a tu familia, que dará provisión de tus necesidades,  que pondrá un cerco de protección donde quiera que vayas, que irá al cielo con É cuando venga por su iglesia. Entonces, tendrás la fuerza necesaria para perseverar en la oración todos los días todas las respuestas que esperas.

No dejes de creer.


lunes, 28 de agosto de 2017

La Viuda de SAREPTA




La historia de la viuda de Sarepta comienza con el cuidado, por parte de Dios, de la vida de Elías. Era una época de sequías y supervivencia (1 Reyes 17:1), pero el profeta puede vivir del sustento que viene del Señor (1 Reyes 17:2-6). El tiempo pasó, el arroyo que le daba agua a Elías se secó y, en ese momento, Dios le ordena que vaya a Sarepta, para recibir ayuda de una viuda (1 Reyes 17:8-9).
Su nombre no es citado en la Biblia, pero nos dejó un ejemplo de obediencia y humildad. Ella vivía con un hijo y tenía comida apenas para los dos. Después de usar eso, morirían.
Aun en esas condiciones, la viuda obedeció a Elías y cocinó una pequeña torta con el poco aceite y harina que tenía. Puso su fe a prueba, creyendo en la Palabra del profeta (1 Reyes 17:12-16). De esta forma, dio lugar para que sucediera un milagro en su vida.
Lo más impresionante es que se abrió a creer en un Dios que no conocía. Se permitió confiar en la única chance que tendría para ayudar a alguien, aunque eso le acarreara muerte a su casa. Pero sucedió exactamente lo contrario, porque Elías, la viuda y su hijo comieron durante muchos días.
Dios suple todas las necesidades
¿Cuántas veces pasamos por situaciones difíciles y andamos con el corazón cerrado – a causa de tantas preocupaciones – e incapaz de ver la situación de la persona que está a nuestro lado. Elías también tenía hambre, y la viuda tenía poco para su propio sustento y el de su hijo. Pero Dios la usó para sustentar a su profeta y, así, sustentó a todos. Esta es la prueba de que el Señor se preocupa por nuestros problemas.
Después de este hecho, el hijo de la viuda se enfermó y murió. Ella llegó a cuestionar el servicio de Elías (1 Reyes 17:18). Pero el Señor estaba poniendo su fe a prueba nuevamente. El profeta tomó al niño y clamó a Dios hasta que recibió la vida nuevamente (1 Reyes 17:19-22). Cuando Elías entregó al niño vivo en los brazos de la madre, ella lo reconoció como un hombre de Dios verdadero (1 Reyes 17:23-24).
Ahora piense: ¿cuántas cosas malas sucedieron? La sequía, el hambre, la muerte. ¿Cuántas cosas nos rodean diariamente como las dudas, la violencia, la falta de amor, de comprensión y  las necesidades?, en fin… Todo puede llevarnos a no creer.  Sin embargo, la fe es algo inexplicable, y sólo vive el milagro quien tiene el coraje de poner la fe en práctica.
Dios demostró que, en verdad, se ocupaba de ellos. Envió a Elías a un lugar donde todos tenían sustento y resucitó al único hijo de una mujer que ya no tenía la presencia del marido. La viuda de Sarepta es un ejemplo del que no podemos dejar de confiar nunca; debemos confiar más allá de las circunstancias que nos rodean. Porque aun sin ver una solución, llegará de una manera sorprendente. Basta con solo creer.

DORCAS



"Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía." (Hechos 9:36).

Lease Hechos 9:36-42

 El nombre de la mujer era Tabita. Dorcas es una traducción hebrea. Tabita, en griego, significa «gacela». «Esta mujer abundaba en buenas obras y en Iimosnas que hacía.» Se dedicaba a coser vestidos y túnicas para los pobres.

Esta costumbre ha sido imitada más adelante y en la Iglesia Cristiana de nues-tros tiempos incluso su nombre ha presidido el de Sociedades de Señoras, que se han dedicado a la beneficiencia. Parece ser que fue la primera, (por lo menos de la que tenemos conocimiento) que se dedicó a estos actos de amor, inspirada por Cristo.
Su ejemplo ha sido una fuente de inspiración constante para las buenas obras. La Iglesia ha mostrado en innumerables ocasiones este espíritu de amor hacia los pobres, especialmente en el pasado cuando no había la menor forma de auxilio social de entidades seculares o de las autoridades.

Tabita puso en acción las palabras de Jesús: «Estuve desnudo y me cubristeis.» Originó un movimiento de amor que ha perdurado.La Iglesia Cristiana ha mitigado infinitos sufrimientos. En tiempos pasados y en paises no cristianos, la suerte de los humildes fue siempre cruel e inmisericorde.

 Cuando Pedro fue a Jope se encontró al llegar que Tabita acababa de morir. La habían lavado y puesto en la estancia superior, y allí llorando, llevaron a Pedro, y le rodearon las viudas mostrándole las prendas en que todas ellas se ocupaban. La falta de Tabita iba a ser irremediable. Pedro se puso de rodillas, oró, y poco después se la volvió a presentar viva. Tabita pudo continuar su ministerio benéfico.

Tabita es una expresión del amor cristiano transformado en hechos. Apela a la acción de las mujeres que, por su edad, o su posición, o circunstancias, no tienen ninguna otra vocación específica. Nos enseña que la pobreza puede ser mitigada efectivamente en el nombre deJesús.


jueves, 24 de agosto de 2017

El Miedo






Sentir un poco de adrenalina, nervios, miedo o temor por situaciones nuevas, personas desconocidas, por una respuesta, una propuesta nueva, un ambiente que nos toca enfrentar, una enfermedad, podríamos decir que es normal, pero que sucede cuando el miedo se apodera de nosotras y no nos deja movernos, ni hacer todo aquello que nos encantaría realizar, no nos deja hablar con quien debemos o queremos, hasta llegar al grado de encerrarnos dentro de nosotras mismas por miedo a todo lo que se nos posa enfrente.

¡Esto es terrible! Y no me lo conto una amiga, lo viví en carne propia. Vivir con miedo todo el tiempo, no es vivir, es un engaño donde creemos que estamos con vida, pero realmente nuestra mente alma y cuerpo están cautivas, aterradas y agonizando hasta por sentir el aire que se respira, intentando ser libres cada segundo de dicha esclavitud y creyendo que en la próxima situación o el próximo día todo va a estar bien, pero cada vez es peor, hasta que el miedo sigue creciendo sin control, llegando al punto que se transforma y empieza a convertirse en pánico...

Se dice que para las mujeres que padecen trastorno de la tiroides esto es normal, como es mi caso, y podría decirles que si, realmente la revolución o desestabilización de las hormonas hace que nuestro sistema nervioso este más alterado y el miedo puede ser un poco mas fuerte ante un peligro. Para el ser humano es normal sentir miedo ante lo desconocido "Ante una situación muy peligrosa" Lo que quiere decir que lo que no es nada normal es vivir cada instante con miedo, asustadas, aterradas, temblorosas, sudorosas, o peor aún sumergidas en un terrible pánico así no este pasando nada y todo esté en calma... ¡Nunca aceptes eso en tu vida! Con tiroides o sin ella, no es correcto, ni es de Dios vivir en el miedo.

Mi situación fue a tal punto que le tenía miedo a los carros, a la lluvia y a estar sola, llevaba una vida triste, incomprendida, intranquila, totalmente irreal hecha de puras mentiras. Si para ese momento tenía un gran sueño, estoy segura que era dejar de sentir miedo y convertirme en una mujer valiente, osada, que se atreviera a enfrentar cualquier situación, que viviera de verdad, estando llena de paz y alegría, ser quien realmente quería ser, soñar sin tener miedo del mundo, de las criticas, de mis decisiones o de todo aquello que desconocía pero quería conocer.

El miedo siempre tiene sus aleados, los malos pensamientos, ciertos personajes, la televisión, el se alimenta por todos nuestros sentidos...
Hay millones de mujeres que están medicadas a causa del pánico, les mejora, las aquieta pero nunca se les quita, aparte que esto les trae otras consecuencias porque el miedo o pánico nos enferma física, mental y emocionalmente. Hoy cuando recuerdo esa etapa de mi vida, llegó un momento en que pensé que estaba perdiendo la razón. Por algún motivo nunca quise tomar pastillas para esto; (quizás porque ya tomaba once más) Ahora si usted es medicada por favor no pare su tratamiento.

¿Quién podría ayudarme? ¿Hasta cuándo podría soportarlo? ¿Cómo enfrentarlo? Me había convertido en una mujer antisocial y solitaria. Lo mejor de todo fue que nunca perdí la esperanza de ser sanada y sacada de esta oscuridad por la que mi vida parecía sumergirse sin control.

Entre tantas lecturas y ayuda motivacional y espiritual que buscaba en la internet y en libros, leía que Dios podía ayudarme y quitarme ese miedo, pero en ese momento hasta eso me daba miedo ¡Dios me daba miedo!, ¿sería eso verdad? ¿Cómo podía Dios ayudarme? Dios andaba en otros asuntos, así que como no lo entendía seguía buscando opciones que se apegarán a mí, pero siempre aparecía Dios en mis lecturas diciéndome "Yo te puedo ayudar"  Amiga, Dios nos entiende, pero los humanos no entendemos a Dios, qué bueno que él es extremadamente paciente.
Llegó la gota que derramo el vaso y empecé a vivir una terrible situación que me produjo un pánico sin límites y que parecía prometer acabar de una vez y por todas conmigo, ese fue el momento cumbre cuando exclame: ¡Dios ayúdame! ¡No se qué hacer ni a dónde ir! ¡Ayúdame!
Misteriosamente Dios me llevo a su palabra, una biblia llena de polvo que tenía en casa y dentro de miles de letras y páginas, mis ojos se posaron en un versículo que me estremeció, haciéndome, temblar y llorar; este decía:
"Porque yo Jehová soy tu Dios, que te sostiene de tu mano derecha, y te dice: NO TEMAS,  yo te ayudo"  Isaías 41:13

Este era el "No temas" que me tocaba a mi ese día. ¡Gracias Dios! Hubo un antes y un después de esa palabra, porque salió el miedo ya convertido en pánico del escenario y entro Jesucristo el hijo de Dios a mi vida, no lo pude hacer yo sola, fue Jesús el que lo enfrento quien se encargo de liberarme de esa esclavitud, sanarme y sacarme de esa oscuridad espantosa a su luz admirable.
Mujer; no le busques explicaciones a todo lo que Dios hace, ni quieras razonarlo y comprenderlo todo. Dios es Dios y nosotros somos seres humanos y jamás podremos entender todos los misterios y las cosas de Dios, su palabra dice:
Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloría de Dios?" Juan 11:40

El miedo es historia en mi vida, porque tome la decisión de dejar que Jesús escribiera una nueva historia para mí. Créele y permítele entrar a tu corazón serás libertada de todo lo que te oprime y tu historia cambiará para siempre...  ¡Decídete hoy a creer en Jesús para que puedas ver la gloría de Dios en todo su esplendor...! ¡Entra ya en el proceso!

"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas"   Josué 1:9

COSAS QUE NOS IMPIDEN CONOCER A DIOS







COSAS QUE NOS IMPIDEN CONOCER A DIOS

Mujer; me gustaría comentar tan solo seis de entre las cientos de excusas, situaciones y creencias que impiden que los seres humanos en general se acerquen a Dios y le conozcan, tocaré un poco algunas de ellas.

"Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a éste recibiréis" Juan 5:43

EGOCENTRISMO: Pareciera que la vida se basa y centra única y exclusivamente en mí "Yo" en cada una de las personas, nadie más existe a nuestro alrededor, no nos importa nada ni nadie, "Muéranse todos" "Yo todo lo puedo; "Yo soy la mejor; "Yo no necesito nada de nadie, "Yo me lo merezco todo; "Yo me esforcé por lo que tengo; "Yo soy capaz y tengo inteligencia para lograr lo que quiero; "Yo no necesito nada de Dios "Yo soy buena" "Yo soy..." Estamos muy seguras de que "El universo trabaja para mi" "A mi favor" Nos hemos convertido en especies de diosas y dioses, entonces, ¿Para qué necesitamos de un Dios todopoderoso?. si todo lo podemos hacer solas, todo lo obtengo con mi esfuerzo, lucha y perseverancia. Ya a larga tampoco necesitamos de un esposo, ni de un papá, ni mamá, ni amigos, ¡nada! Esto es lo que el mundo nos enseña hoy día, hay miles de filosofías que se centran en la persona, en el individualismo, convirtiéndose así todos en falsos dioses, sus propios ídolos que "Todolopueden"... ¿Para que un Dios?...
Pues, en algún lugar que parece antes no existía; se hace un gran espacio para Dios tan solo cuando llega un cáncer, una batalla entre la vida y la muerte de un hijo, un familiar, cuando tiembla la tierra, viene un tornado, hay una hambruna, o sea cual fuere la circunstancia si nos encontramos en peligro de muerte.... Es justo allí donde ¡Dios si existe! ¡Ayúdame!
Ahora, sabias que "Yo Soy" es uno de los nombres de Dios... No eres tú es Él... Y la verdad es que si somos personas inteligentes y con gran capacidad para lograr todas las cosas que deseamos, pero eso es porque Dios nos hizo a su imagen y semejanza, tenemos la mente de Cristo, suficiente razón para ser súper inteligentes... Y aún así nuestra alma necesita de su creador... Si el universo tiene poder, imagínense aquel quien hizo el universo... Me quedo con quien maneja el poder de toda la creación.

INCREDULIDAD: En estos tiempos, nadie cree en nada ni en nadie. Para creer en Dios hay que verlo "Ver para creer" Exigimos pruebas de que hay un cielo, un infierno, necesitamos y exigimos que Dios en persona baje y nos cuente eso del tal Hijo Jesús que vino a morir por nosotros, y que nos lo de con lujos y detalles, porque tenemos que creer en él. Una vez leí de un hombre que decía que para él creer en Dios; Dios tenía que garantizarle con un documento firmado y comprometiéndose en los beneficios que iba a obtener si le creía, sino, él no estaba dispuesto a creer en alguien que no le aseguraba su buen futuro y que no le daba la cara... Me quede sin palabras...
"...Bienaventurados los que no vieron y creyeron" Juan 20:29

DESEOS DEL CUERPO: Nosotras vivimos para complacer a nuestro cuerpo, le damos todo lo que nos pide, absolutamente todo, cuidados especiales de todo tipo, cueste lo que cueste "Para ser bella hay que ver estrellas" empecemos por el cabello tinte y todo tipo de tratamiento, cortes, peinados etc, la piel cremas de todo tipo, para el cutis antiarrugas, quita manchas, exfoliantes, de noche de día, maquillaje etc, los senos agrandados la ultima moda, la cintura liposucción, la comida que pida con o sin exceso, cuidado de las piernas, los pies y manos cremas maní/pedicura, el trasero agrandado, unas se sacan grasa, otros se meten grasa, pirsin, tatuajes, baile, alcohol, drogas y el éxtasis del momento en todo y para todo ¡Sexo!, con quien sea, a donde sea, a la hora que sea, por donde le entre, empezando por los ojos... "Al cuerpo hay que darle todo lo que pida"... Y si algo o alguien me dice lo contrario está descartado y fuera de onda... Lo único que no podremos evitar es que cuando el espíritu salga del cuerpo, pues, se lo coman los gusanos... Amiga, si, tú cuerpo es importante cuídalo muy bien, pero tu espíritu y tu alma lo son más aún, porque Dios claramente nos dice "Polvo eres y al polvo volverás" Pero nuestra alma y espíritu tienen ¡Eternidad!

IGNORAR EL ALMA Y ESPÍRITU: Lo más importante y los más ignorados. Amiga piensa por un momento; si al alma al igual que al cuerpo le diéramos todo lo que pide o necesita para estar y tener una vida en el espíritu sana, en paz y activa, la humanidad sería otra. Somos cuerpo-alma-espíritu. ¿Por qué razón hemos ignorado el alma y el espíritu? No somos un cuerpo con un espíritu, somos un espíritu dentro de un cuerpo. El cuerpo es el caparazón donde el espíritu y el alma se desarrollan, el alma son las emociones, sentimientos y el carácter, que muchas veces también hacen lo que quieren con nosotras las mujeres y el espíritu es la vida y es lo único que se conecta con el espíritu de Dios. Cuando alguien muere y lo vemos, estamos viendo el cuerpo, porque el espíritu que es la vida ya no está en él ¡Se fue! ¡Salió! y... ¿A dónde se fue?... Yo me atrevería a decir que todos los problemas que tenemos, están ligados con el simple hecho de que hemos ignorado el alma y al espíritu que Dios nos dio y que es la vida y que aparte; vuelvo y digo para que no lo olvidemos, Dios nos advierte que tiene ¡Eternidad!, nacemos y algún día seguro moriremos y... ¿Si el espíritu es eterno? ¿A dónde irá cuando salga de tu cuerpo?
"Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero ocuparse del Espíritu es vida y paz" Romanos. 8:6

EL QUE DIRÁN: Parece mentira pero es cierto, muchas veces escuchamos el llamado de Dios, y hay un deseo muy fuerte dentro de nosotros que nos indica e invita entreguemos nuestra vida a Jesús como salvador del alma, y nada más el hecho de pensar en que va a decir la gente, la familia, los amigos, retrocedemos, nos resistimos, preferimos sufrir, que dar un paso que nos puede poner en el ojo del huracán o mejor dicho en la boca de quienes nos rodean, preferimos irnos con ellos al mismo infierno, que cambiar de dirección e ir por el verdadero camino que Dios nos indica y en donde tendremos una vida nueva, paz, nuestro futuro y nuestra eternidad asegurada en las mejores manos.

A mí me gustaba mucho la auto-ayuda personal lo cual me ayudo a tener el ego agrandado, Siempre creí que Dios existía y también creía en su hijo Jesucristo, pero eso no bastaba porque no lo había reconocido como mi salvador personal, y aun conociéndole tuve que luchar con la incredulidad, con los deseos de la carne, pues en la ignorancia de la necesidad del espíritu tenia la mayor puntuación, uno se cree que lo sabe todo, pero cuando llegas a las manos de Dios, Dios te muestra que no tienes ni la menor idea de que es la vida terrenal, espiritual, en abundancia y lo eterno... Y sobre el que dirán me gane el "Oscar", porque nada más de imaginarme toda la chorrera de críticas que iba a recibir al acercarme a Dios y recibir a Jesucristo como mi salvador personal, enferme, me entristecí, me deprimí, me encerré y pare de contar todo lo que me pasó, por no escucharle la lengua de los demás y no saber como complacer a quienes pensé que iba a defraudar... Ahora piénsalo, si la gente critica y se mete con Dios que quedará para tí...

LA RELIGIÓN: A Dios no le importa de qué religión eres tú, ¡Perdón! no se me enojen, pero, las reglas las dejó bien y muy claras, "JESÚS" es el "SALVADOR" de la humanidad y el "ÚNICO" camino para conocer y encontrarnos con Dios cuando partimos de está vida, si lo declaras con tu boca como tu Señor y Salvador y lo crees en tu corazón eres salvo de la muerte y sufrimiento eterno... Olvida la religión y busca a Jesucristo ¡Ahora! Mañana puede ser tarde...
Mujer acercarte a tu creador, Jesucristo te ama y es quien asegura y salva tu alma y espíritu, esa es la bendición más grande que puedas experimentar en tu vida, lo entiendas o no lo entiendas, él es Dios, olvídate de los demás, no trates de engañarlo, él conoce tu corazón, después de dar el paso sabrás que esto es lo mejor que te a pasado en la vida y no te arrepentirás de conocer a Dios por medio de su Hijo amado Jesucristo... Es posible que tu "Yo" sea grande, pero jamás podrás igualar a quien todo lo puede, todo lo sabe, todo lo ve y tiene todo el poder... Delante de Él somos un granito de arena en el desierto..."Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a éste recibiréis" Juan 5:43

Oremos: Dios ayúdame, quiero conocerte, quita la incredulidad de mi vida y haz que no me importe el qué dirán, deseo mi vida junto a ti... Señor Jesús te recibo como mi Señor y salvador, entra a mi corazón y transforma mi vida, hazme libre, me arrepiento de mis pecados, reconozco que eres el Hijo de Dios y quien puede salvarme y darme vida eterna... En nombre del Señor Jesucristo... ¡Amén!


Lucas 18:17 "De cierto os digo, que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él"

miércoles, 23 de agosto de 2017

IMAGENES CRISTIANAS





























EN LA SALUD Y LA ENFERMEDAD

Salmo 90
Señor, tú nos has sido refugio
De generación en generación.
Antes que naciesen los montes
Y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,
Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche.
Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño,
Acabamos nuestros años como un pensamiento.
Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.
¿Quién conoce el poder de tu ira,
Y tu indignación según que debes ser temido?
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.

Cuando nos casamos, todos repetimos, de una manera u otra las mismas frases...
...en la riqueza y en la pobreza
...en la salud y en la enfermedad
...hasta que la muerte nos separe
En estos días en los que he estado en mi casa he visto a mi madre cuidar de mi padre. La he visto bañarlo, cambiarlo, afeitarlo. La he visto darle de comer, preparar sus medicinas y peinarlo.
Mi padre ya no puede hacer nada por sí mismo. Apenas habla y da unos pasos. Su cabeza tampoco funciona muy bien ya. Hay veces que no sabe con quién está hablando y otras en las que se empeña en cosas como ponerse los zapatos veinte o treinta veces.
Y mi madre está ahí. Al pie del cañón. Algunos días mejor, otros días peor. A veces con más ánimo, otras sin ninguno.
...en la salud y en la enfermedad.
Hay un artículo sobre este tema que me gustó mucho y que leí en The Huffington Post. Te traduzco algunas partes hoy por si te sirve de ayuda, de ánimo o desafío.
El tiempo, como un arroyo de corriente incesante, pronto nos arrastra a todos. Volamos, olvidados, como un sueño muere al comenzar el día. Oh Dios, nuestra ayuda en los tiempos pasados, nuestra esperanza para los años por venir. Sé tú nuestro guía mientras dure nuestra vida y sé también nuestro hogar eterno.
Nuestro Dios, nuestra ayuda”, verso 4. Himno por Isaac Watts.
El Sr. G. Nos contó la historia de cómo conoció a su esposa más de 72 años atrás. A los 95 años de edad, hablaba de ese día como si no hubiera pasado el tiempo. Y, aunque la memoria de su esposa se va evaporando poco a poco, ambos sonríen al recordarlo. Qué lindo creer que algún día, a los 95, tu pareja pueda, no solo estar viva, sino hablar con admiración y afecto profundos del primer encuentro, décadas atrás.
El Sr. G. dejó claro que su gozo no está limitado al pasado o a cuando ambos eran jóvenes…
…Amar significa sacrificarte por la otra persona. Esta es la mujer que amo. Uno no abandona a alguien a quien ha amado durante 70 años.
Imagino que todos aspiramos a tener un amor que dure. Uno que permanezca firme cuando estemos enfermos, débiles o perdamos la cabeza, cuando esperemos que la memoria de lo que hemos sido triunfe sobre la realidad de aquello en lo que nos hemos convertido.
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Este es un tipo de amor que perdura a lo largo de los años, que permanece firme y estable a pesar de las muchas tormentas de la vida, que se fortalece ante el desgaste de la rutina y prosigue ante viento y marea en las pleamares de la vida.
Ese es el amor que quiero cultivar en mi matrimonio. No puedo pretender que dentro de 40 años la relación de pareja entre mi marido y yo esté fuerte y saludable si no la he cultivado, si no hemos trabajado y nos hemos esforzado por crecer juntos, por superar obstáculos juntos… por vivir juntos.
Los matrimonios fuertes no son aquellos que no tienen problemas, sino los que toman la decisión de enfrentarlos y superarlos juntos.
Dentro de la dureza de la situación de mi padre, es muy lindo ver el cuidado amoroso de mi madre, su atención, su cariño hacia su esposo de 50 años. No sé lo que nos espera a mi esposo y a mí, pero es mi deseo cultivar una relación que nos permita vivir nuestro amor hasta el final…
…en la salud y en la enfermedad
…hasta que la muerte nos separe.

Familia...que agrada a Dios

Colosenses 3:18-21 nos da una descripción de cómo Dios quiere que funcionen nuestras familias:
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos como conviene en el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos para que no se desalienten
A todos nos da donde más nos duele y nos cuesta ¿verdad?
Casadas
A las mujeres casadas nos manda someternos. Creo que la cuestión de la sumisión es una de las más controversiales y menos entendidas dentro de la Palabra de Dios. La palabra que se utiliza en griego para “someterse” es un término prestado del vocabulario militar. Literalmente significa “estar bajo un rango”. Habla de la manera en la que el ejército se organiza por rangos, con generales, coroneles, capitanes, soldados… Hay distintos niveles de rango que deben ser respetados.
Sabemos que, como persona, un soldado puede ser más listo, más talentoso e incluso mejor persona que un general, pero aún está bajo e rango y la autoridad del general. De la misma forma, una esposa no se somete a su esposo (y repito, a su esposo, esto no es una cuestión hombre-mujer sino esposo-esposa) porque este se lo merezca. Se pone bajo su autoridad porque es su esposo y Dios le pide que lo haga.
En ningún modo se niega la igualdad entre hombre y mujer establecida por Pablo en Gálatas 3:28, simplemente ser iguales no significa tener los mismos roles y funciones. La sumisión implica que somos parte de un equipo en el que cada uno tiene que cumplir su rol. La forma media del verbo muestra que la sumisión que agrada a Dios debe ser voluntaria, no forzada ni demandada. Es la deferencia de una esposa consciente del papel que debe desempeñar en su hogar.
Como decía antes, la esfera de esta sumisión es el matrimonio: la esposa se somete al esposo; la Biblia no manda en ningún caso una sumisión general de las mujeres ante los hombres ni les da a los hombres autoridad exclusiva sobre las mujeres.
El elemento crucial de este mandato es “como conviene en el Señor”. Esas cinco palabras son las que dan sentido a todo porque dan la motivación para la sumisión de la esposa: la mujer se somete a su marido como parte de su deber hacia el Señor, porque es una expresión de obediencia a Dios. Está honrando la Palabra de Dios y Su autoridad máxima al obedecerle y someterse a su esposo.
Si aún no te has casado, recuerda esto cuando estés esperando a tu futuro esposo. Dios espera de ti que te sometas a tu esposo, por tanto busca un hombre entre cuyas cualidades principales no esté si es romántico o no o si es guapo o no o si te hace reír o no, sino que sea un hombre al que puedas respetar y someterte.
David Guzik explica en su comentario sobre la Biblia que, como en toda relación humana, el mandamiento a la esposa de someterse a su esposo no es absoluto y tiene excepciones entre las que están:
Que el esposo le pida a la esposa cometer un pecado o ir por encima de las leyes de Dios.
Que el esposo esté médicamente incapacitado o esté bajo la influencia de sustancias que alteran su capacidad de raciocinio.
Que el esposo sea violento y cause daño físico o psicológico.
Que el esposo rompa el vínculo del matrimonio en adulterio.
En cualquiera de estos casos antes de la sumisión está la restauración de la persona y del vínculo matrimonial y para eso, generalmente, se necesita ayuda externa.
Maridos
Los hombres son llamados a amar a sus esposas y no ser ásperos con ellas. Ese amor que se requiere del esposo es el amor agape. Este amor agape no indica una atracción romántica, sino el tipo de amor que se preocupa, una actitud deliberada de la mente que se preocupa por el bienestar del otro. Es el tipo de amor incondicional y sacrificial que Dios tiene por todos nosotros y que demanda de los esposos creyentes (Efesios 5:25); es un amor que no tiene que ver con una emoción, sino con la negación de uno mismo por el bien del otro.
Es un amor que no cambia; un amor que no espera nada a cambio; es un amor que puede darse a aquellos difíciles de amar; es un amor que sigue amando aun cuando es rechazado; Es un amor que se entrega porque ama, no porque espera nada a cambio. En muchos hogares sería una mejora enorme que el esposo fuera amable con su esposa… pero Pablo va más allá, lo que realmente dice es: “esposos, deben practica la negación de sí mismos de forma continua por el bien de sus esposas”.
De forma que, nosotras no lo tenemos fácil con el asunto de la sumisión… ¡pero tampoco nuestros maridos con el del amor!
Hijos
Los hijos son llamados a obedecer a sus padres en todo. No en aquello que les parece bien, sino en todo.
          Al escribir esto, Pablo tiene en mente a los hijos que están todavía en el seno del hogar familiar y que están, por tanto, bajo la autoridad de los padres, bajo sus reglas y normas de funcionamiento del hogar. No solamente deben honrar a sus padres como dice Efesios 6:2, sino también obedecerlos.
          Una vez que un hijo está independizado y fuera del hogar familiar, ya no están bajo la obligación de obedecer, pero sí de honrar a sus padres (Éxodo 20:12).
          La razón más importante para que los hijos obedezcan a sus padres es que “esto agrada al Señor”. Cuando un hijo respeta la autoridad de sus padres, está respetando el orden de la autoridad de Dios en todas las áreas de su vida.
Esta idea de orden y autoridad es tan importante que Dios que son parte de Su propio ser. La primera persona de la Trinidad es llamada Padre y la segunda persona es llamada Hijo. Inherentes a estos títulos están la relación de autoridad entre padres e hijos y la sumisión a la autoridad. El Padre ejerce autoridad sobre el Hijo y el Hijo se somete a la autoridad del Padre. Nuestro fallo a la hora de ejercitar la autoridad bíblica y de someternos a su autoridad es un pecado contra la misma naturaleza de Dios (1 Samuel 15.23)
Padres
Por último, palabras también para los padres: “no exasperéis a vuestros hijos para que no se desalienten”. Los hijos tienen la responsabilidad de obedecer a sus padres, pero los padres tienen la responsabilidad de no exasperar a sus hijos siendo muy duros, demandantes, controladores, faltos de perdón… con sus hijos. Estos comportamientos negativos pueden expresarse a través de nuestras palabras, acciones o incluso con nuestro silencio y falta de atención.
En la mayoría de los problemas entre padres e hijos es fácil ver el mal comportamiento del hijo. Pero Pablo nos recuerda sabiamente que ese mal comportamiento puede estar provocado por los padres. Cuando este es el caso, eso no justifica el mal comportamiento del hijo, pero puede explicar su causa y es el principio para cambiarlo. Los padres deben hacer todo lo que puedan para no exasperar a sus hijos.
Exasperar significa literalmente “irritar por órdenes, sacar faltas continuamente e interferir injustamente en los asuntos de otros”.
Los hijos que crecen en hogares en los que los padres los exasperan, se desalientan. Se desalientan con la vida, con las relaciones con otros y, especialmente, en su vida espiritual y en su relación con Dios. Al no sentir el amor y el apoyo de sus padres de la forma que deberían, al no tener padres que reflejen con sus palabras y sus actitudes el amor de Dios, pueden crecer creyendo que el mundo está en su contra, que no merece la pena vivir de acuerdo a las leyes de Dios. Esto nos recuerda la importancia de sazonar nuestra forma de criar a nuestros hijos con mucha gracia y amor. Deberíamos ser tan amables, perdonadores y longánimos con nuestros hijos como Dios lo es con nosotros.
¿Tienes una familia que agrada a Dios? Consérvala, sigue haciéndolo bien. ¿Aún te queda mucho por cambiar… como a mí? ¡Todo es posible con la ayuda de Dios! No dejemos de orar por nuestra familia, para que podamos cumplir los estándares de Dios y tener familias que sean de ejemplo para las personas a nuestro alrededor ¡Esa también es una forma de acercar a otros a Dios!

Tu Hijo Adoecente

Una de las mejores cosas que, como madres, podemos hacer por nuestros hijos, es equiparlos de todas las herramientas posibles para que ellos puedan enfrentar la vida de la mejor manera posible, especialmente en estos años de la adolescencia en los que van a ser probados y tentados en tantas cosas por su entorno.
Enseñarles versículos claves es esencial para que puedan saber cómo manejarse en las distintas situaciones ante las que van a encontrarse. La Palabra de Dios está siempre ahí como un recurso maravilloso al que podemos volvernos en todo momento para dirigir a nuestros hijos en la dirección correcta.
Hoy te traigo 5 versículos para que puedas comenzar a enseñar a tus hijos. Lo ideal sería que vieras las áreas en las que tus hijos están luchando y buscaras versículos apropiados para esas situaciones. Lo de hoy, tan solo es un punto de partida.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Es importante que nuestros hijos sepan que Dios tiene planes para su vida y que, aunque a veces las cosas no salen como ellos quieren, los propósitos de Dios siempre son mejores para su vida. Aunque, es normal que nos pongamos tristes o sintamos decepción cuando las cosas no salen bien, debemos enseñarles a confiar en que los planes de Dios siempre van a resultar para bien.
2 Corintios 4:18
no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
En la vida van a venir momentos difíciles, pruebas y golpes duros que nos van a hacer tambalearnos y que van a querer hacernos dudar de Dios. Nuestros hijos deben aprender que hay cosas que se escapan de nuestro entendimiento pero no del de Dios. Tenemos que enseñarles que esta vida y todo lo que hay en ella es temporal y que, aunque perdamos cosas o personas, nuestros ojos, nuestra esperanza y nuestro gozo deben estar puestos en lo eterno.
1 Juan 3:18
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”
Enseñemos a nuestros hijos a poner el amor en acción. A cuidar nuestras palabras, nuestra forma de hablar y a actuar siempre que sea necesario para ayudar o bendecir a otros. Enseñémosles también a levantar la voz ante las injusticias, a defender a los débiles y a no dejarse arrastrar por lo que otros hagan.
Proverbios 29:25
El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado
Enseñemos a nuestros hijos a no tomar en consideración lo que otros puedan decir de ellos, a confiar en sí mismos y en el Señor. A ser fuertes en quiénes son porque son el reflejo de Cristo. Que nunca tengan miedo de mostrarse como son, especialmente de mostrarse como hijos de Dios. Ser diferentes nunca es fácil, pero deben aprender a ser fuertes en el Señor.
Filipenses 4:13
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
Enseñémosles que, en cualquier situación a la que se enfrenten, sea con los amigos, sea hablar en público, sea defender su posición como creyentes o cualquier cosa que suceda, Dios está con ellos y les da la fuerza para seguir adelante.
¿Hay algún versículo en específico que estés enseñando a tus hijos adolescentes? Compártelo en los comentarios para que otras puedan beneficiarse también.

MENTIRAS QUE LOS ADOLECENTES CREEN

 
 
 
 
 Como padres, sabemos que, a medida que nuestros hijos crecen, el sexo comienza a estar presente de una manera u otra. Vivimos en una sociedad híper sexualizada en la que, por mucho que queramos protegerlos, el sexo es omnipresente. En aras de la libertad, queramos o no, nuestros hijos reciben información. A veces buena, a veces mala.
¿Lo mejor? Que tus hijos puedan tener la información sobre el sexo que ellos necesitan de ti, que puedas ayudarles a comprender qué dice la Palabra de Dios sobre las relaciones, sobre el sexo, sobre qué hacer o qué no hacer conforme a lo que Dios dice.
Mucha de toda esta información que reciben es falsa o está tergiversada y les hace tener ideas equivocadas. Por eso hoy voy a hablarte sobre 8 mentiras que nuestros jóvenes creen sobre el sexo, con la idea de que puedas usarlas en una conversación abierta con tus hijos y conocer su punto de vista.
Una vez que sabemos lo que piensan, podremos ayudarles a ver el sexo tal y como Dios lo ve y ayudarles a sacar estas idea falsas que tienen sobre él.
1. Todo el mundo lo hace
No. No todo el mundo lo hace. No todo el mundo tiene sexo antes del matrimonio ni hay ninguna ley no escrita que dice que, si algo está mal, deja de estarlo tan solo por el hecho de que todos lo estén haciendo. Hay muchos jóvenes que esperan hasta el matrimonio, hay muchos jóvenes que no ceden a la presión de los amigos para tener sexo a edad temprana. Pero se necesita ser fuertes para decir “no”. Y se necesita aún ser más fuertes para decir “no, porque no es esto lo que Dios quiere que haga”. Ayudemos a nuestros hijos a fortaleceré en el Señor y en el poder de Su fuerza para resistir.
2. No es para tanto.
Sí, sí lo es. Involucrarse físicamente con otra persona no sale gratis. Siempre hay consecuencias físicas, emocionales y espirituales. Y es precisamente por eso por lo que Dios puso tanto énfasis en el marco adecuado (y, consecuentemente, la edad y la madurez apropiadas) para tener cualquier tipo de contacto sexual. Nuestros jóvenes tienen que tener claro que tener sexo fuera del matrimonio siempre trae consecuencias y es nuestra obligación recordárselo.
3. La virginidad solo se pierde cuando hay una relación con penetración
Hay jóvenes que piensan que siguen siendo vírgenes sin importar lo que hagan o cuánto se toquen mientras no haya coito. La virginidad, sin embargo, va más allá. Es una elección consciente de no involucrarse en ningún tipo de práctica sexual hasta el matrimonio. Dejemos claro en caso qué es la pureza y qué significa para la vida de una persona.
4. El sexo y el amor son lo mismo.
No, no son lo mismo, son un complemento. Que estés enamorado no significa que esa sea una razón para acostarte con alguien. El amor es una decisión y el sexo también. Muchas veces nuestros jóvenes piensan que, si sienten amor por alguien, lo lógico es que tengan sexo con esa persona. Ayudémoslos a separar ambas cosas y a que tomen buenas decisiones.
5. El sexo es un pecado menor.
El pecado no tiene medida. No hay grande pecado grande ni pecado pequeño. ¿Es matar lo mismo que contar una mentira o tener sexo con alguien fuera del matrimonio? Quizás a nuestros ojos no, pero a los ojos de Dios, sí. Hablemos con nuestros hijos para dejarles claro que pecado es pecado en todo momento.
6. Mi fuerza de voluntad es mayor que cualquier tentación
Eso es lo que pensamos en todas las áreas de nuestra vida… y eso es lo que nos hace fallar en muchas de ellas, incluyendo el sexo. La tentación muchas veces es mucho más fuerte de lo que nosotros pensamos. Ayudemos a nuestros hijos a mantener sus ojos fijos en Dios y a que puedan poner límites que les ayuden a resistir la tentación.
7. Ver porno o masturbarse no cuenta como sexo.
El sexo no tiene que ver solo con lo físico, sino también con lo mental. De aquello que llenemos nuestra mente hablará nuestra vida. Llenar nuestro corazón de pornografía o masturbarse son el primer paso para que el sexo se convierta en algo “normal” o “habitual” y a que banalicemos su importancia.
8. Ya he tenido sexo, así que todo esto no me importa.
Nunca es tarde. Dios siempre perdona al que se arrepiente (=pide perdón y cambia su conducta) y da nuevas oportunidades cada mañana. Si nuestros hijos ya se han involucrado en cualquier tipo de relación sexual con otros, deben tener claro que pueden comenzar de nuevo y que Dios los está esperando con los brazos abiertos si quieren hacer Su voluntad.
Hablemos con nuestros hijos de todos estos temas aunque para algunas pueda ser difícil. El sexo es algo natural, es algo creado por Dios. No lo hagamos un tabú ni pretendamos que nuestros jóvenes tomarán decisiones adecuadas aunque no tengan dirección alguna sobre el tema.
¿Qué piensas sobre el tema? ¿De qué manera has abordado o piensas abordar el tema del sexo con tus hijos? ¡Cuéntanos tu experiencia!

El Dominio del Reino de Dios

Daniel 7   “El reino del Altísimo permanecerá para siempre y todos los gobernantes le servirán y obedecerán.”  Daniel 7:27b Me ...